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Innovación para un futuro sostenible

“Solamente a través de la innovación será posible reducir el CO2, mejorar la eficiencia energética y aliviar la presión sobre los recursos.”

María Teresa Costa i Campi, Catedrática de economía aplicada en la Universidad de Barcelona.

En un mundo en el que el cambio climático y la degradación ambiental son temas prioritarios, la innovación tecnológica debe adquirir un rol protagonista en el desarrollo sostenible: no será posible superar los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos como consecuencia de la actual crisis climática sin la convergencia entre tecnología y sostenibilidad. 

El papel de la tecnología en la sociedad

La tecnología siempre ha sido una fuerza impulsora en el progreso humano, transformando la economía y ayudando a mejorar la calidad de vida. Sin embargo, este progreso ha venido acompañado de un significativo impacto ambiental, que va desde la contaminación del aire y del agua hasta la explotación insostenible de los recursos naturales. Es decir, la innovación tecnológica es un arma de doble filo: ha sido parte del problema, pero puede y debe convertirse una pieza esencial de la solución.

Para ello, la tecnología debe evolucionar hacia prácticas más sostenibles, como son el desarrollo de energías limpias, la creación de productos más eficientes o la implementación de prácticas menos contaminantes. La clave para alcanzar estos objetivos la encontramos en la innovación, en la búsqueda de nuevas formas de seguir satisfaciendo las necesidades de las actuales sociedades sin comprometer la salud del planeta.

Combustibles sostenibles: la columna vertebral del futuro energético

La transición hacia combustibles sostenibles es uno de los elementos más cruciales en la lucha contra el cambio climático, ya que, aunque en el campo de las energías renovables se están haciendo grandes avances, no es posible llevar la electrificación a todos los sectores. Por ello, es fundamental explorar y desarrollar alternativas de combustibles sostenibles que permitan reducir en gran medida la dependencia de los combustibles fósiles.

El Hidrobiodiésel, o HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), es una de estas grandes alternativas. Se produce a partir de aceites vegetales y grasas animales y, a diferencia del biodiésel convencional, el HVO se obtiene mediante un proceso de hidrogenación, lo que resulta en un combustible más limpio y con mejores propiedades de combustión. Este combustible reduce significativamente las emisiones de CO2, NOx y partículas en comparación con el diésel fósil, y es compatible con la infraestructura existente de distribución y los motores diésel actuales. Además, el HVO tiene una densidad energética similar al diésel convencional, lo que lo convierte en una opción práctica y eficiente para el transporte y otras aplicaciones energéticas.

Por otro lado, pasando al sector de los combustibles gaseosos, otra de las grandes promesas la encontramos en el hidrógeno (H2). Cuando se utiliza en celdas de combustible, este gas puede producir electricidad con agua como único subproducto, convirtiéndolo en una solución de cero emisiones. Además, también es posible producir hidrógeno de manera sostenible mediante la electrólisis del agua y utilizando energía renovable. Si este es el caso, no se producen emisiones de CO2 y al producto obtenido se le conoce como “hidrógeno verde”. La adopción de hidrógeno como combustible puede contribuir significativamente a la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como el transporte pesado, la aviación y la industria.

El biogás, por su parte, es una mezcla de gases producidos por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno. Este gas se compone principalmente de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2); y su producción a partir de residuos agrícolas, estiércol, desechos orgánicos y aguas residuales no solo proporciona una fuente de energía renovable, sino que también ayuda a realizar una gestión de los residuos más eficiente. El biogás puede ser purificado para obtener biometano, que tiene propiedades similares al gas natural y puede ser utilizado en la red de gas existente.

Eficiencia energética: sistemas de gestión avanzados

Para maximizar los beneficios de cualquier fuente de energía, sea o no renovable, es crucial implementar sistemas de gestión energética avanzados. Estos sistemas permiten monitorear, controlar y optimizar el uso de la energía en diferentes sectores, mejorando la eficiencia y reduciendo el consumo, lo que a su vez lleva a una disminución de las emisiones.

Existen diversas maneras de mejorar la eficiencia de los sistemas de energía, entre las que destaca la aplicación de algoritmos de gestión que permitan ajustar de manera dinámica la producción y el consumo de energía en función de la oferta y la demanda. Por ejemplo, en sistemas de energía solar o eólica, dichos algoritmos pueden prever la disponibilidad de energía y adaptar la producción en consecuencia, optimizando el rendimiento y minimizando el desperdicio.

Además, en un contexto como en el que vivimos, en el que se busca aumentar la inserción de energías renovables en la red eléctrica, la combinación de los algoritmos de gestión con sistemas de almacenamiento de energía es especialmente relevante. Recordemos que este tipo de energías no sólo son intermitentes por naturaleza, sino que no podemos ejercer ningún tipo de control sobre su disponibilidad. Los sistemas de almacenamiento, como las baterías, pueden capturar el exceso de energía cuando está disponible y liberarla cuando sea necesario, pero no tienen la capacidad de gestionarla de forma eficiente por sí solos. Es ahí donde entra en juego la importancia de los algoritmos de gestión, que permiten coordinar la operación del almacenamiento y optimizar su funcionamiento en función no sólo de la demanda energética, sino también de las condiciones del sistema.

Además, recordemos que uno de los pilares de la transición energética es el aumento de micro-redes y de smart grids, donde se integran diversas fuentes de energía distribuida, sistemas de almacenamiento a pequeña escala y focos consumidores. Aunque no es sencillo gestionar todos estos elementos de manera eficiente y coordinada, los avances en algoritmos de control permiten facilitar esta tarea, permitiendo mejorar la estabilidad y fiabilidad de las redes.

Inteligencia Artificial: el motor de la sostenibilidad

La Inteligencia Artificial (IA) está transformando nuestra aproximación a los desafíos ambientales al ofrecer soluciones innovadoras y eficientes para reducir el impacto medioambiental de las operaciones industriales. Aunque existen múltiples campos de aplicación de la IA en el sector industrial, como la lógica heurística o los sistemas de expertos; nos vamos a centrar en el mantenimiento predictivo gracias a su potencial para alargar la vida útil de los equipos, reducir residuos y optimizar el consumo de recursos.

El mantenimiento predictivo consiste en supervisar el funcionamiento de los equipos utilizando técnicas de monitoreo en tiempo real, análisis de datos y tecnologías avanzadas, como la IA, para para detectar los problemas antes de que sucedan o de que tengan consecuencias graves. Es decir, se trata de detectar el origen del fallo antes de que realmente se produzca. De esta forma, es posible garantizar que sólo se realizan las acciones necesarias en el momento que hacen falta, lo que, a su vez, implica menores costos de piezas y de mano de obra, aumenta la disponibilidad del operario y disminuye el tiempo en el que el grupo está inactivo (ya que, durante el periodo de mantenimiento, este no puede estar funcionando).

Este tipo de estrategias pueden tener un impacto significativo en la sostenibilidad en varias áreas clave Este tipo de estrategias ofrece múltiples beneficios en términos de sostenibilidad y eficiencia operativa. En primer lugar, se logra una reducción de las emisiones producidas durante los mantenimientos, ya que se minimizan las revisiones innecesarias y, por ende, el número de viajes que deben realizar los operarios. Esto tiene un impacto directo en la disminución de las emisiones generadas por el transporte. Además, se logra un ahorro significativo de energía al mantener los equipos en condiciones óptimas de funcionamiento, evitando el consumo excesivo de energía que suelen causar los equipos defectuosos o mal mantenidos.

Otro aspecto crucial es la optimización del gasto de materiales usados. Al identificar y corregir posibles fallos antes de que se conviertan en problemas mayores, los arreglos necesarios suelen ser más simples y menos costosos. Por ejemplo, detectar que un filtro de aceite de un motor no funciona correctamente y reemplazarlo es una tarea sencilla y barata. Sin embargo, si este problema no se aborda a tiempo, puede llevar al sobrecalentamiento del motor y a fallos más graves y costosos de reparar.

Finalmente, el mantenimiento predictivo contribuye significativamente a la reducción de la cantidad de residuos generados. Al prolongar la vida útil de los equipos y evitar fallos catastróficos que podrían requerir reemplazos completos, se disminuye la cantidad de desechos producidos, promoviendo una gestión más sostenible y responsable de los recursos.

Genesal Energy: comprometidos con la innovación sostenible

En Genesal Energy estamos comprometidos con esta visión del rol que juegan la tecnología y la innovación en la transición energética hacia un futuro más sostenible. Por ello, muchas veces en colaboración con diversas instituciones tanto públicas como privadas, participamos en el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a luchar contra el cambio climático. Así, no solo apostamos por la eficiencia en todos nuestros productos, sino que trabajamos constantemente en la mejora de los sistemas de generación distribuida para que puedan funcionar con combustibles sostenibles. Prueba de ello son los proyectos desarrollados en materia de HVO, hidrógeno y biogás. Además, también desarrollamos nuestro sistema propio de almacenamiento y gestión inteligente de la energía, como es el OGGY, que permite optimizar todos los flujos energéticos, tanto los de generación como los de consumo.

Además, como no somos de conformarnos, también buscamos innovar en nuestros propios procesos productivos. Por ello, integramos las prácticas sostenibles en el centro de nuestras operaciones a través de iniciativas como son la instalación de una fachada fotovoltaica o el reaprovechamiento de los flujos energéticos en fábrica.

Gracias a esta forma de trabajar, queremos demostrar que es posible equilibrar crecimiento económico y sostenibilidad ambiental, liderando el camino hacia un futuro energético más verde y responsable.

HVO ¿Estamos ante el combustible del futuro?

El aceite vegetal hidrotratado se hace hueco en el mercado por sus numerosas propiedades y es uno de los caminos hacia la transición energética.

La electricidad no es ni mucho menos la principal forma de energía utilizada, y tampoco es fácil llevar la electrificación a todos los sectores y aunque es cierto que el avance de las fuentes renovables es más que notable, en la actualidad el 80% de la demanda de energía primaria a nivel mundial sigue basándose en combustibles fósiles. Y esto es un problema, no sólo por los altos niveles de emisiones derivadas y sus consecuencias sobre el cambio climático, sino también por el carácter finito de estos combustibles, los cuales, tarde o temprano acabarán agotándose.

Por tanto, en Genesal Energy somos muy conscientes de que urge encontrar nuevos combustibles sostenibles para esos sectores donde la electrificación no va a llegar o al menos no a corto plazo. Y es aquí, en este escenario, donde entra en escena el HVO que en los últimos años se ha ido posicionando como una de las principales alternativas al diésel. Te damos todas las claves sobre este novedoso combustible.

¿Qué es el HVO?

El aceite vegetal hidrotratado o HVO (por sus siglas en inglés, Hydrotreated Vegetable Oil), es un biocombustible de segunda generación. Aunque lleve en su nombre las palabras “aceite vegetal”, se puede producir a partir de diferentes materias primas vegetales y no vegetales:

  • Aceite de cocina vegetal usado (UCO, Used Cooking Oil).
  • Residuos de grasa animal.
  • Tall oil, un subproducto de la fabricación de pulpa de madera.
  • Aceites de origen vegetal no aptos para uso alimentario (colza, soja y palma).

Por sí solos, estos aceites no son combustibles efectivos. Sin embargo, mediante un proceso conocido como hidrotratamiento es posible convertir las grasas de estos aceites en hidrocarburos casi idénticos al diésel convencional.

¿Es lo mismo que el biodiésel?

No, biodiésel y HVO hacen referencia a combustibles diferentes. Si bien ambos parten de los triglicéridos de los aceites vegetales y de las grasas animales, en el caso del biodiésel éste se fabrica por esterificación: la materia prima aceitosa se trata con un alcohol, generalmente metanol, y un catalizador. Esto produce glicerina y un combustible hecho de ésteres metílicos de ácidos grasos o FAME (Fatty Acid Methyl Ester).

Por otro lado, para obtener HVO los aceites son sometidos a un proceso de hidrotratamiento. Dicho de modo simple, se utiliza hidrógeno para eliminar el oxígeno del aceite a altas temperaturas, dividiendo las moléculas de grasa en cadenas separadas de moléculas de hidrocarburos. Como resultado se obtiene un combustible estable comparable al diésel fósil, tanto en forma como en rendimiento, lo que hace que el HVO se sitúe por encima del biodiésel como alternativa al combustible fósil.

¿Cuáles son las ventajas de usar HVO?

Destacan las siguientes:

 

  • Si como materia prima se utilizan aceites usados, y se produce de forma relativamente local, la utilización de HVO puede resultar en una disminución de emisiones de CO2e de hasta un 90%.
  • En la quema de HVO las emisiones de monóxido de carbono (COx) y de otras partículas contaminantes son menores.
  • Su vida útil es larga: hasta diez veces más que el diésel.
  • Su rendimiento se mantiene incluso a temperaturas extremas (-30 ºC).
  • Posee buenas características químicas. Es aromático, de baja densidad, con un índice de cetano muy alto y sin azufre. Además, su poder calorífico, y por tanto su contenido energético, es más alto que el del biodiésel.
  • A diferencia del biodiésel, que es necesario mezclar con diésel convencional para que funcione correctamente, el HVO es un combustible directo, que se puede reemplazar por completo en la mayoría de los grupos diésel.
  • También en comparación con el biodiésel, este último es propenso a la degradación, siendo necesaria una planificación muy concreta para almacenarlo. Para almacenar HVO sólo es necesario un tanque de aceite simple. De hecho, los tanques de diésel convencional se pueden llenar con HVO, y viceversa; de forma que si, por ejemplo, estamos funcionando con HVO, pero éste se agota y es imposible adquirirlo con la suficiente rapidez, se podría volver a usar diésel.

Diferentes marcas de los mundos del motor de combustión y de la energía distribuida ya han empezado a hacerse eco de las ventajas del HVO, certificando que sus productos son compatibles con este biocombustible.

Por poner algún ejemplo, diversas compañías han declarado que todos sus motores Euro 5 y Euro 6 son compatibles con la utilización de HVO.

¿Es el HVO sostenible?

Si bien el HVO presenta muchas ventajas, para hablar de la sostenibilidad de un combustible debemos prestar atención no sólo a sus propiedades, sino también a toda su cadena de valor. ¿Son la materia prima y la producción de origen relativamente local? En cuanto al origen de la materia prima, ¿se utilizan solo aceites usados, o también se incluyen, por ejemplo, cultivos aceitosos? ¿Han sido necesarios cambios en los usos del suelo para tener disponibles dichos cultivos? Si tenemos en cuenta la imagen entera, para hablar de un HVO 100% necesitamos asegurarnos de que se produce a partir de una materia prima derivada de desechos reales y que se respetan criterios medioambientales y sociales a lo largo de toda la cadena de valor.

Sin embargo, surge otra cuestión: si tenemos disponible un HVO que sabemos que no es 100% sostenible… ¿Es mejor recurrir a él o seguir utilizando diésel fósil? ¿Buscamos otra alternativa, como puede ser otro tipo de biocombustible o incluso un combustible sintético? Estas son preguntas difíciles de responder que dependen además de muchísimos factores.

La Escala Greenesal

Para facilitar la toma de decisiones sobre la elección y utilización de combustibles, desde Genesal Energy hemos creado la “Escala Greenesal de evaluación de la sostenibilidad para combustibles”.

Se trata de una herramienta que permitirá evaluar la sostenibilidad de los combustibles, de forma que no solo sea más sencillo elegir entre las diferentes opciones disponibles, sino que proporcionará una idea clara sobre el impacto real de cada una de estas.  Además, la herramienta ponderará de forma justa factores relacionados con las tres esferas del desarrollo sostenible:

  • Esfera medioambiental: origen de la materia prima, emisiones GHG, carbono orgánico del suelo, eutrofización, acidificación, balance energético, biodiversidad.
  • Esfera económica: costes capitales, costes operacionales.
  • Esfera social: derechos de las tierras, problemas relacionados con las condiciones de trabajo, relación con las comunidades locales

De esta forma, no solo se podrá distinguir entre diferentes tipos de combustible, sino que incluso para un mismo tipo, en función de las condiciones que se hayan generado a lo largo de la cadena de valor, se podrá conocer cuál tiene un mayor impacto positivo en la búsqueda de un futuro sostenible.

 

Sostenibilidad: ¿sabes realmente qué es?

A lo largo de los últimos años los términos sostenibilidad y desarrollo sostenible están en boca de todo el mundo. Vehículos sostenibles, combustibles sostenibles, moda sostenible, productos de alimentación sostenibles…pero ¿realmente sabes qué significan estos conceptos?

¿En qué consiste la sostenibilidad?

El concepto de desarrollo sostenible aparece registrado por primera vez hace ya 36 años, con la publicación en 1987 del Informe Brundtland para Naciones Unidas, titulado “Our Common Future”. En él se alertaba sobre las consecuencias medioambientales negativas derivadas de la industrialización, el desarrollo económico y la globalización desmedidos; y se proponían estrategias de sostenibilidad centradas alrededor de 3 grandes líneas estratégicas:

  • El crecimiento económico de calidad y duradero para aliviar la pobreza.
  • La mejora de la calidad de dicho crecimiento económico, atendiendo a temas como el abastecimiento de energía, la seguridad alimentaria o la preservación de ecosistemas.
  • El cuidado del medio ambiente, que debía pasar a ser un elemento fundamental en la toma de decisiones de las instituciones, organizaciones y empresas.

Además, en dicho informe se ponía el foco por primera vez sobre las problemáticas sociales, económicas y medioambientales, y cómo estas se relacionan entre ellas. También se definió de manera clara lo que se entiende como desarrollo sostenible: “El desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas”.

Los 3 pilares del desarrollo sostenible

Hoy en día la sostenibilidad se sigue entendiendo de la misma manera, de forma que se sigue haciendo hincapié en la necesidad de encontrar un equilibrio integrado entre las esferas social, medioambiental y económica para poder hablar de un desarrollo verdaderamente sostenible:

Justicia social.

Busca el bienestar de todas las personas y comunidades. Todos necesitamos tener cubiertas unas necesidades básicas: trabajo, atención a la salud, seguridad alimenticia y energética, abastecimiento de agua o acceso a una educación de calidad, entre otras. Además, este tipo de cuestiones deben atenderse teniendo en cuenta y respetando la diversidad cultural y social de cada comunidad, y asegurando que no se producen situaciones de injusticia ni de discriminación de ningún tipo, fomentando el papel de todos los miembros de la sociedad en la determinación de su futuro.

Viabilidad económica.

Persigue un nuevo modelo empresarial que genere riqueza de manera sostenible. El sistema productivo debe satisfacer las necesidades sociales asegurándose de no poner en riesgo ni los recursos naturales ni el bienestar de las futuras generaciones. Es decir, el enfoque económico debe integrar las necesidades de la población y los límites medioambientales para fomentar el equilibrio responsable a largo plazo.

Protección medioambiental.

Con el objetivo de encontrar un modelo que nos permita explotar los recursos sin agotarlos, contribuyendo a su recuperación para futuros aprovechamientos, y avanzar en la lucha contra el cambio climático; es necesario la aplicación de medidas de protección medioambiental que, al mismo tiempo, no dejen de tener presentes las necesidades de la población y los medios económicos disponibles allí dónde se quieren aplicar.

¿Cómo alcanzar la sostenibilidad? La Agenda 2030

Una vez definido el concepto de sostenibilidad, el siguiente reto consistía en averiguar cómo alcanzarla. Era necesario que dicho concepto cristalizase en políticas concretas que facilitasen un marco de actuación estable; lo que dio lugar a la aparición de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La Agenda es aprobada en septiembre de 2015 por los 193 Estados miembros de la ONU como una ambiciosa hoja de ruta que busca lograr, para el año 2030, un desarrollo sostenible poniendo fin a la pobreza, protegiendo el planeta y mejorando las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo. Está compuesta por 17 ODS, que a su vez se subdividen en 169 metas y 232 indicadores.

Esta iniciativa no es la primera que se realiza en favor del desarrollo sostenible, de hecho, los ODS son una continuación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015) de la ONU, que en su día constituyeron la primera confluencia internacional para afrontar los problemas globales. Si bien es cierto que no se llegaron a cumplir todas las metas marcadas por los ODM, sí se produjeron importantes avances que se extendieron a través de la Agenda 2030, como la comprensión de la necesidad de trabajar de forma colaborativa. Sólo mediante alianzas y la implicación activa de personas, empresas, administraciones y países de todo el mundo, será posible alcanzar los ODS.

En cuanto a sus ejes centrales, la Agenda 2030 se construye alrededor de las ya conocidas como 5P:

1- Personas

Poner fin a la pobreza en todas sus formas y asegurar que todas las personas puedan explotar su potencial con dignidad e igualdad en un medio ambiente saludable.

2- Planeta

Proteger los recursos naturales del planeta mediante un consumo, una producción y una gestión de ellos sostenible, y combatir el cambio climático, para asegurar un ambiente digno para las generaciones futuras.

3- Prosperidad

Asegurar que todos puedan disfrutar de una vida próspera y plena, y que el progreso económico, social y tecnológico se produzca en armonía con la naturaleza.

4- Paz

Fomentar sociedades pacíficas, justas e inclusivas, que estén libres del temor y la violencia.

5- Participación activa

Implementar la Agenda a través de alianzas globales sólidas, basadas en la solidaridad y centradas en las necesidades de los más vulnerables.

Transición energética: la importancia de las redes distribuidas y los grupos electrógenos

La energía es uno de los ejes principales sobre el que giran todas las actividades económicas y sociales.

De hecho, a lo largo de las últimas décadas, la demanda de energía primaria no ha dejado de crecer y, según la International Energy Agency (IEA), en 2040 habrá aumentado en más de un 30%. A esto, hay que añadirle que, con el objetivo de descarbonizarla, actualmente se está impulsando el proceso de electrificación de la economía, lo que supone que todos los sectores de actividad contribuirán aún más al aumento del consumo eléctrico.

Transición energética

Esta situación se produce además en un momento de lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, buscando en todo momento alcanzar los objetivos de sostenibilidad y calidad de vida marcados. Por tanto, es necesario que el sector se transforme completamente, de forma que todos los agentes relacionados con el sistema eléctrico evolucionen a través de la llamada “Transición Energética”. Dicha transición implica pasar del modelo tradicional de generación de electricidad, caracterizado por estar centralizado y por recaer sobre el uso de tecnologías fósiles, a un nuevo modelo descarbonizado y basado en fuentes renovables, donde impere la generación distribuida.

Microrredes

En este contexto destacan como solución especialmente viable, fiable, accesible e inteligente las microrredes.

Consisten en sistemas hibridados de generación bidireccional que permiten la distribución de electricidad desde los proveedores a los consumidores utilizando tecnología digital y favoreciendo la integración de fuentes de generación renovable. Normalmente, cuentan con sistemas de control que predicen los consumos y ciclos de trabajo de sus elementos y con dispositivos de almacenamiento de energía que permiten compensar las demandas energéticas de forma que optimizan el aprovechamiento de cada uno de los elementos de la microrred mientras ayudan a suplir los puntos débiles.

Sin embargo, hemos de ser conscientes de que, incluso extendiendo el uso de dichas microrredes, en la actualidad un abastecimiento energético cubierto exclusivamente con energía renovable no es viable.

Por un lado, no tenemos capacidad para cubrir el 100% de la demanda energética solo con energías limpias -por no mencionar que no en todos los lugares hay disponibilidad y acceso a ellas- y, además, otro de los grandes problemas de las renovables es el de la intermitencia. La generación eléctrica renovable, a diferencia de la de origen fósil, no es ajustable a la demanda de forma que los picos de demanda no tienen por qué coincidir con los ciclos de máxima producción. La única manera de solucionar esto es mediante el almacenamiento energético, pero también aparecen múltiples limitaciones cuando se requiere hacerlo a gran escala.

Grupos electrógenos, la solución óptima

La tendencia global a corto y medio plazo es combinar la energía fósil y renovable, buscando eliminar los aspectos negativos de usar cada una de ellas individualmente y abrir la senda para reducir la dependencia de los recursos fósiles.

Y es en este escenario donde los grupos electrógenos aparecen como una solución óptima, ya que permiten aportar seguridad y estabilidad a los sistemas, al tiempo que satisfacen las necesidades energéticas.

En primer lugar, la integración de grupos electrógenos en el mix eléctrico resuelve de manera sólida la inestabilidad de las energías renovables al no depender de condiciones naturales muchas veces impredecibles, lo que se traduce en un aumento de la fiabilidad de los sistemas al tener asegurada la disponibilidad de energía.

Otro de los grandes beneficios que presentan es su capacidad para planificar su funcionamiento gracias a los sistemas de gestión inteligentes. Permiten programar periodos de funcionamiento en base a condiciones específicas o periodos temporales concretos, lo que aumenta la eficiencia del sistema y disminuye los costes de operación. Destaca también el que pueden funcionar como una alternativa de almacenamiento, proporcionando una respuesta rápida en aquellos casos en los que se produzcan variaciones de carga. Por último, su uso resulta especialmente interesante en lugares a los que no llega la red convencional, como zonas rurales o islas, permitiendo el acceso a una energía de calidad en estas zonas.

Es decir, los grupos electrógenos pueden llegar a ejercer un papel fundamental a lo largo de los próximos años, sirviendo de apoyo a la necesaria transformación del sistema eléctrico al tiempo que aumentan la fiabilidad, la seguridad y la eficiencia de las redes.

Innovación y transición energética, nuestros grandes desafíos para 2023

La sostenibilidad no es algo nuevo en Genesal Energy. Cuando casi nadie en el sector industrial pensaba en este concepto y hacerlo se consideraba una moda pasajera, en la compañía nos lo tomábamos en serio trabajando en un detallado plan de acción dirigido a obtener la mayor eficiencia energética de todos los proyectos que llevasen nuestro sello. Este compromiso con las energías limpias y el medioambiente ha pasado de la teoría a la práctica y en gran medida ha hecho posible que despidamos 2022 con los deberes hechos.

Así, en nuestro haber hay numerosos proyectos cumplidos y la puesta en marcha de iniciativas como la Cátedra de Transición Energética, la primera que hay en Galicia creada en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

Cátedra de transición energética

El 2022 marcó el comienzo de una maravillosa aventura llena de posibilidades. En menos de un año, la recién creada Cátedra ha concedido sus primeros premios a los mejores Trabajos de Fin de Grado (TFG) y de Fin de Máster (TFM), categorías que desde ahora y con periodicidad anual distinguirán a estudiantes que destaquen en el estudio de temas sobre transición energética y sostenibilidad.

Para 2023 los retos son numerosos y las directrices a nivel medioambiental son precisas porque nuestra intención es mantener la senda de 2022 y lograr los mejores resultados posibles. De este modo, reforzaremos nuestro compromiso con la Agenda 2030 y también la ejecución de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través de nuevos procesos de identificación y priorización de los que sean más relevantes para la compañía y que ya forman parte indisoluble de nuestra estrategia empresarial.

Plan de Transición Energética

También será el año en el que impulsaremos nuestro Plan de Transición Energética, tanto a nivel corporativo como productivo y sectorial, porque estamos convencidos de que la lucha contra el cambio climático es una carrera de fondo, una obligación moral y creemos que las palabras no son suficientes: para cambiar hay que actuar.

Por eso, a lo largo del ejercicio 2023 continuaremos investigando y desarrollando soluciones sostenibles y cada vez más eficientes no solo para nuestros clientes, si no también aplicándolo a nuestra propia compañía.

En este sentido, entre los proyectos más inmediatos destaca la entrada en funcionamiento en nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña, de la primera fachada fotovoltaica integral en Galicia. Comenzará a estar 100% operativa a principios de año y es tan solo un ejemplo de lo que deseamos hacer a medio y largo plazo.

Greenesal

En nuestra cruzada en favor de la sostenibilidad y la transición energética, en 2022 dimos un paso más y pasamos a la acción con iniciativas concretas que se concentran en Greenesal, un programa meditado, planificado y ambicioso concebido para cambiar las cosas desde el punto de vista de la sostenibilidad. Confiamos que 2023 será su año.

La reducción de la Huella de Carbono en todas nuestras instalaciones, la celebración de cursos, seminarios y jornadas, el fomento de la colaboración público-privada para impulsar proyectos de I+D+i forman parte de una larga lista de iniciativas previstas desde Genesal Energy para los próximos 12 meses.

Data centers y sector sanitario

La proactividad es una de las máximas de la compañía para obtener energía singular, de calidad, personalizada y lo más respetuosa posible con el planeta. El desarrollo de proyectos para dos plantas de hidrógeno verde, el diseño y fabricación de un grupo electrógeno para una gran planta de reciclaje que aspira a ser referente en España o los equipos diseñados para garantizar el suministro eléctrico en la nueva Fábrica de Moneda y Timbre de Madrid forman parte de las soluciones desarrolladas en 2022 por nuestra área de ingeniería. Todos se incluyen en la gama de grupos electrógenos personalizados Genesal Energy donde controlamos y supervisamos todo el proceso, desde el minuto uno hasta el posterior servicio de mantenimiento. Es, sin duda, uno de nuestros valores añadidos y una marca de distinción que seguiremos potenciando.

En la hoja de ruta de Genesal Energy para el nuevo año tienen gran protagonismo los sectores con grandes perspectivas de crecimiento a nivel energético, como los data centers, todo lo relacionado con las energías renovables y el desarrollo de soluciones energéticas en campos como el sanitario o en un ámbito tan estratégico como Defensa.

Asimismo, en la búsqueda continua de la ventaja competitiva, el Centro Tecnológico de Energía Distribuida (CETED) será como hasta ahora una pieza imprescindible para fabricar grupos electrógenos de calidad, tanto para la venta como para el alquiler, gama con gran futuro y activo cada vez más importante en nuestras filiales de México y Perú.

La fabricación de grupos electrógenos personalizados, fundamentales para todas las instalaciones e infraestructuras relacionadas con la comunicación y el transporte también serán una prioridad, al igual que todos aquellos proyectos destinados a potenciar las energías limpias.

Y, por supuesto, en una compañía que nació hace casi 30 años con el sueño de consolidarse en el mercado exterior, la proyección internacional y la búsqueda de nuevos mercados serán objetivos de primer orden en el nuevo ejercicio económico donde la sostenibilidad y la transición energética serán los grandes desafíos.

¿Que es Greenesal?

El cambio climático es una evidencia científica y un problema global que lamentablemente no se puede solucionar sin la colaboración de todos. Por este motivo, en el camino hacia la sostenibilidad las iniciativas individuales importan, aunque solo serán realidades si se llevan a la práctica.

En eso consiste Greenesal, en materializar un compromiso a través de un conjunto de acciones basadas en el conocimiento, la responsabilidad y la experiencia acumulada en Genesal Energy tras casi 30 años en el mercado de la industria de la energía.

En nuestra cruzada en favor de la sostenibilidad y la transición energética damos un paso más y ahora pasamos a la acción. Actuamos. Lo hacemos en forma de iniciativas concretas para ponerlas en marcha a corto, medio o largo plazo. Greenesal engloba ese programa meditado, planificado y ambicioso nacido para cambiar las cosas.

Greenesal, en cierto modo, es el corazón de Genesal Energy y se alimenta a través de dos arterias principales: el Plan de Transición Energética y la Cátedra de Transición Energética, creada en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (UDC). Ambas vías están muy centradas en el área de I+D+i, porque el conocimiento es el motor que hace posible el desarrollo y ejecución de soluciones sostenibles para proyectos energéticos de calidad.

Pese a que se encuentran en distintos ámbitos, uno más enfocado a la industria y el otro a la formación, el Plan de Transición Energética y la Cátedra tienen finalidades comunes: potenciar la energía limpia, impulsar el uso de las energías renovables y reducir la huella de carbono, tanto la nuestra como empresa, como la de clientes y de la sociedad en general. No obstante, somos conscientes de que conseguir cero emisiones no es tarea fácil.

Plan de Transición Energética Genesal Energy: ¿Qué significa?

El Plan de Transición Energética Genesal Energy es el conjunto de medidas y acciones dirigidas a lograr una mayor eficiencia energética de todos los proyectos que desarrollamos a nivel nacional e internacional con el propósito de que la energía distribuida y los grupos electrógenos sean cada vez más respetuosos con las personas y el medioambiente.El Plan de Transición Energética ya está en marcha y se materializa en una serie de propuestas y proyectos destinados a cambiar los procesos a nivel corporativo, productivo y sectorial. Su filosofía es clara: hacer más para impactar menos. Estos son algunos de sus líneas de acción:

1- A tope con el hidrógeno verde

Apostamos por el concepto Hydrogenset que engloba aquellas soluciones de generación de energía que utilizan el hidrógeno como combustible en cualquiera de sus formas y estados.

El hidrógeno es el elemento más simple y ligero de la tabla periódica, abundante en la Tierra y en el Universo y el nuevo oro verde. Es el futuro porque abre nuevas posibilidades de generación de energía sostenible con impacto cero.

2- Apoyamos la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD)

Nos comprometemos con la Agenda 2030, aprobada por Naciones Unidas en 2015, que define aquellos objetivos prioritarios que garanticen la sostenibilidad de nuestro planeta y un futuro mejor para la Humanidad. La iniciativa involucra tanto a gobiernos e instituciones como empresas públicas y privadas, para, de manera justa e inclusiva con todos los ciudadanos, fomentar el crecimiento económico, luchar contra el cambio climático y proteger el medioambiente. Se estructura en 17 ODS y 169 metas, de forma que toda la comunidad internacional pueda trabajar conjuntamente en su consecución.

Nos adherimos a 12 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y establecemos acciones específicas para el cumplimiento de cada uno de ellos.

3- Certificamos nuestros avances

Contamos con el sello oficial de cálculo de la Huella de Carbono como reflejo de nuestra contribución al ODS 13 (Acción por el clima) y con la certificación en Sistemas de Gestión de Medio Ambiente (ISO 14001) que sistematiza de forma sencilla el tratamiento de los aspectos ambientales que generan cada una de nuestras actividades.

4- Soluciones más sostenibles y eficientes

Aplicamos soluciones más sostenibles y eficientes en los procesos de fabricación de nuestros productos.

5- Hacemos los deberes. Predicamos con el ejemplo reduciendo huella

Menos gasolina: bajamos un 16% el combustible consumido por nuestra flota de vehículos. De esta manera, se ha pasado de 2377.75 litros de combustibles fósiles consumidos por la flota de vehículos por cada millón de euros facturado en 2019, a 2005.4 l/M€ en 2021; lo que supone una bajada del 16% de combustible consumido, y la energía más limpia es aquella que no se consume.

6- Reducimos la generación de residuos

Reducimos un 96% la generación de residuos papel/cartón, un 94% el plástico y un 85% la chatarra.

7- Tenemos la primera fachada fotovoltaica integral de Galicia

Un total de 126 paneles fotovoltaicos arropan la cubierta de la sede central de Genesal Energy en Bergondo (A Coruña). Con una potencia de 57,33kW, evitarán la emisión a la atmósfera de más de 20 toneladas de CO2 al año. La obra se incluye en la primera fase de nuestro proyecto OGGY de gestión energética.

Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy

Unimos industria y universidad en un proyecto apasionante al que le dimos forma. La Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy se presentó a principios de 2022.

La investigación, la promoción de la docencia y la difusión del conocimiento en el ámbito de la transición energética, y más concretamente en los aspectos orientados a los sistemas de energía distribuida, son los grandes objetivos de esta formación, que incide en factores como los siguientes:

  • Fomentar la realización y participación en proyectos de I+D+i
  • Desarrollar sistemas de redes de energía distribuida basados en combustibles de cero emisiones e impulsar actividades que contribuyan a facilitar la reflexión y el debate en el ámbito de la transición energética.
  • Impulsar la colaboración público-privada.
  • Impulsar la dotación y convocatoria de premios a proyectos, concursos de ideas y trabajos fin de grado y másteres
  • Promover la realización de prácticas de los estudiantes, curriculares o extracurriculares, en Genesal Energy.
  • Organizar cursos de especialización, conferencias, seminarios, reuniones con expertos y visitas a entidades, empresas e instituciones relacionadas con el objeto de la Cátedra.
  • Facilitar la inserción profesional de los estudiantes de la USC participando, en su caso, en las actividades que lleve a cabo la Cátedra.

A través de estos dos pilares, investigación y formación, estamos convencidos de que construir un mundo más justo es posible con acciones concretas como la reducción de la huella de carbono de nuestras actividades y la apuesta las energías renovables. Porque somos optimistas, en Genesal Energy soñamos a lo grande.

¿Qué es la transición energética?

¡Nosotros tenemos un plan!

Creamos la Cátedra de Transición Energética y obtenemos la certificación de cálculo de la Huella de Carbono dentro de nuestro compromiso por la sostenibilidad.

La digitalización, las energías renovables y vectores energéticos y el paso transitorio al gas natural son algunos de los pilares sobre los que descansa la transición energética.

El cambio climático es una realidad. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), la temperatura media del planeta en el año 2021 fue 0.27ºC superior a la del periodo 1991-2020, y 0.64 ºC mayor si la comparamos con el periodo 1981-2010. Esta alteración del clima tiene un enorme impacto potencial y las graves consecuencias de ello, que van desde la fusión de glaciares hasta la escasez de agua potable o el aumento en la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, nos afectarán a todos.

En la actualidad, existe consenso científico en que el origen de esta alteración del clima está en el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera como resultado de la actividad humana. Y el 90% del principal de estos gases, el CO2, procede del sector energético, en su mayoría de las centrales eléctricas de carbón.

Para intentar frenar esta situación, en diciembre de 2015 se firma el Acuerdo de París, un tratado internacional jurídicamente vinculante, que entró en vigor en noviembre de 2016 y que establece el marco global de lucha contra el cambio climático. Su objetivo final, actualizado a finales de 2021 en la COP26 celebrada en Glasgow, es evitar que la temperatura media planetaria aumente en más de 1.5ºC respecto a los niveles preindustriales a finales de siglo, para lo que se considera crucial reducir las emisiones de GEI en un 55% de aquí a 2050.

¿Qué es la transición energética?

Para alcanzar esta meta, la principal herramienta es la transición energética. Este concepto, cada vez más utilizado, se usa para definir la necesaria transformación integral del sistema energético desde el actual, basado en la quema de combustibles fósiles y la producción intensiva en grandes instalaciones conectadas a red, a otro nuevo centrado en el uso de energías renovables, la electrificación y la generación distribuida.

Aunque la transición energética es un proceso lento, porque implica un profundo cambio, tanto en los procesos de producción y distribución de la energía como en la manera de consumirla, afortunadamente ya se ha puesto en marcha en muchos lugares y cada vez son más las empresas socialmente comprometidas que se proponen cambiar las cosas a base de hechos, pasando de la teoría a la práctica. Y en este club estamos nosotros.

Estamos comprometidos al cien por cien con este cambio estructural y nuestro compromiso no es teórico, lo ponemos en práctica haciendo lo posible para que las medidas que favorezcan esta transición y que están a nuestro alcance se lleven a cabo de la manera más rápida y eficaz.

Rumbo hacia la transición energética

La transición energética descansa sobre cinco grandes pilares:

1- Energías renovables y vectores energéticos

Para cubrir la demanda energética tras el cierre de las centrales de carbón se prevé aumentar el peso de las energías renovables en la generación de energía, ya que actualmente su capacidad de producción está muy por encima de la explotada. Pero estas fuentes son no gestionables, lo que significa que no es posible controlar a voluntad la energía generada. Por tanto, para garantizar la seguridad de la red, es necesario complementarlas con alguna tecnología que permita almacenar la energía para liberarla gradualmente cuando sea necesario. Estas tecnologías reciben el nombre de vectores energéticos, y entre los que existen destaca cada vez más el hidrógeno.

2- Gas natural

Conseguir cubrir toda la demanda energética con energías renovables va a ser un proceso lento y gradual, por lo que son necesarias alternativas de apoyo mientras se lleva a cabo. En este contexto cobra importancia el gas natural. Aunque se trata de un combustible fósil, sus emisiones de CO2 son un 40-50% menores que las del carbón y un 25-30% menores que las del fuel-oil, de manera que la sustitución de estos por gas permite una reducción considerable de las emisiones GEI.

3- Movilidad

El transporte no solo es el sector de mayor consumo energético en España, sino que es el menos diversificado en cuanto a fuentes energéticas, dependiendo casi exclusivamente de derivados del petróleo. Además, se trata de uno de los mayores contaminantes de gases de combustión de las ciudades, afectando enormemente a la calidad del aire. Por tanto, una estrategia de movilidad sostenible es esencial para la transición.

En este marco, una solución que sobresale por encima de las demás es la implantación del vehículo eléctrico. Entre las ventajas de este tipo de transporte destacan la falta de emisiones directas de CO2 y el menor impacto que tienen sobre la salud de los ciudadanos al no emitir gases de combustión cerca de ellos.

4- Digitalización y eficiencia energética

La digitalización de la energía en todas y cada una de las etapas del sector energético, desde la producción de energía hasta su transporte, distribución y consumo final, permitirá mejorar la manera tradicional de hacer negocios, poner en valor la enorme cantidad de información disponible y adelantar nuevas tendencias.

Por ejemplo, los enfoques como el Big Data, la inteligencia artificial o el Internet of Things, basados en datos y en algoritmos de aprendizaje autónomos, permiten monitorizar y gestionar la generación de energía en varios focos productores, siendo posible encontrar anomalías en tiempo real y acortar los tiempos de reparación.

5- Economía circular

El sistema económico actual se basa en el modelo lineal de extraer, producir, consumir, desechar; en el que los productos tienen un ciclo de vida finito y por tanto deben ser reemplazados tras su consumo, generando una cantidad enorme de residuos. En contraposición, la economía circular, basada en los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar, busca la sostenibilidad a largo plazo mediante la reducción del volumen de residuos al mantenerlos en el ciclo productivo durante el mayor tiempo posible. En resumen, se podría decir que este enfoque busca lograr más con menos.

Por tanto, un cambio del sistema económico hacia la economía circular permitiría no sólo la reducción del impacto ambiental de los residuos al ser reutilizados como nuevas materias primas, sino también implicaría mejorar la eficiencia en los procesos de producción y una reducción de las emisiones asociadas a estos.

El plan de Genesal Energy

Hemos puesto en marcha nuestro propio Plan de Transición Energética dentro de nuestra apuesta por la sostenibilidad y en el marco de nuestro compromiso con la Agenda 2030 y las energías limpias. Pero ¿en qúe consiste? se trata de un conjunto de acciones a corto, medio y largo plazo destinadas a cambiar la manera de hacer las cosas a nivel corporativo, productivo y sectorial.

La aplicación de soluciones más sostenibles y eficientes en los procesos de fabricación de nuestros productos es uno de los pilares de esta estrategia con la que quiere contribuir a mejorar la sociedad, pero no es el único.

Como una de las grandes abanderadas de la transición energética, predicamos con el ejemplo y hemos incorporado a nuestra estrategia empresarial un proceso de identificación y priorización de 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Es una de nuestras contribuciones a la Agenda 2030, pero no la única.

En la búsqueda de soluciones energéticas más eficientes, incluimos acciones concretas como las siguientes: acelerar la transición del diésel hacia el gas, mejorar la eficiencia energética, impulsar la hibridación con energías renovables y el almacenamiento energético y apostar por la innovación y la digitalización de la energía.

Más investigación

En nuestro Plan de Transición Energética la investigación y la formación son esenciales. En este sentido, hemos creado, en colaboración con la Universidade de Santiago de Compostela (USC) la Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy, la primera de estas características que se constituye en Galicia.

El objetivo de la cátedra es impulsar la investigación, la promoción de la docencia y la difusión de conocimiento en el ámbito de la transición energética y, más concretamente, en aspectos orientados a los sistemas de energía distribuida. Desarrollar tecnologías y sistemas de redes de energía distribuida autosostenibles basados ​​en combustibles de carbono cero, analizar procesos de transición energética o el ecodiseño de sistemas de generación de energía distribuida también están en su hoja de ruta.

Las línias del plan: Sectorial y corporativa

Nuestro plan tiene dos líneas de acción principales: a nivel sectorial y a nivel corporativo.

Desde el punto de vista del sector de energía distribuida, la empresa promueve su participación en espacios donde las principales marcas nacionales e internacionales especializadas en grupos electrógenos comparten experiencias y conocimientos. Su participación en EuropGen, en Cluergal o en Viratec, el Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular, se inscriben en esta política.

A nivel corporativo, y como reflejo de su contribución al ODS 13 (Acción por el Clima), hemos conseguido la certificación de cálculo de la Huella de Carbono.

Objetivos y resultados

No obstante, el Plan de Transición Energética, va más allá de su vertiente sectorial y corporativa. Anhela mucho más: contribuir a cambiar el mundo, empezando por la propia empresa, socialmente comprometida. Entre nuestras últimas actuaciones destaca nuestro proyecto de fachada fotovoltaica en nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña; y la disminución del 16% del combustible consumido por nuestra flota de vehículos.

De esta manera, se ha pasado de 2377.75 litros de combustibles fósiles consumidos por la flota de vehículos por cada millón de euros facturado en 2019, a 2005.4 l/M€ en 2021; lo que supone una disminución del 16% de combustible consumido, y la energía más limpia, es aquella que no se consume.

Construir un futuro neutro en emisiones es un trabajo en equipo. Todos somos protagonistas del cambio y en Genesal Energy asumimos este compromiso con el planeta y con el medioambiente y por ello nos comprometemos a poner en marcha la estrategia desarrollada, en línea con el ODS 13 de las Naciones Unidas, en nuestro Plan de Transición Energética.

En resumen, el Plan de Transición Energética Genesal Energy se ha diseñado partiendo de tres ejes fundamentales y cada uno incluye unas líneas de actuación muy concretas:

Completar la transición hacia un modelo energético sostenible.

L1. Reducir el consumo de energía en las instalaciones de la empresa e incrementar el uso de las renovables mediante la instalación de un sistema de autoconsumo fotovoltaico.
L2. Disminuir la dependencia del petróleo fomentando la transición del diésel hacia el gas y aplicando una estrategia de movilidad sostenible.
L3. Aumentar la eficiencia energética en todas las áreas de la compañía gracias a la digitalización.

Disminuir la huella de carbono

Avanzar hacia la neutralidad de emisiones, para lo que es clave tener un registro de cuáles son las emisiones generadas debido al desarrollo de la actividad empresarial.

En este sentido, Genesal Energy ya tiene una parte del camino recorrido: los Alcances 1 y 2 de la Huella de Carbono se llevan calculando desde 2019. Ese cálculo se mejorará al añadir el Alcance 3, al tiempo que se sigue trabajando en estrategias de disminución y compensación de emisiones.

Transversalidad de la acción climática

L5. Colaborar a la desvinculación entre el crecimiento económico y el impacto ambiental al optimizar el aprovechamiento y la reutilización de los flujos de salida y de los residuos
L6. Luchar contra la pobreza energética. El compromiso de Genesal Energy con la transición abarca todas las dimensiones de ésta, incluida la social. Por tanto, se está estudiando un plan de donación de energía a aquellas familias en situación de vulnerabilidad.

Implantamos el sistema de gestión energética OGGY

Ponemos en marcha OGGY (Off Grid Genesal energY), nuestro propio sistema de gestión energética que, trabajando en conjunto con otros elementos en desarrollo, nos abre la puerta a ser autosuficientes energéticamente.

OGGY es un sistema de gestión energética que, a través de un algoritmo de control, nos permite acumular la energía de diferentes elementos focos generadores en diversos sistemas de almacenamiento para su posterior uso, abriendo la posibilidad incluso de independizarnos del suministro de red. También monitoriza en tiempo real tanto la producción como la demanda energética de la propia fábrica, oficinas, climatización y cargadores de vehículos eléctricos entre otros, para ajustar el mix energético a lo óptimo en cada momento.

El núcleo y parte más importante del sistema es el algoritmo de gestión energética (EMS), que permite controlar tanto los focos de generación de energía como los focos consumidores para conseguir el mayor aprovechamiento energético a través de la acumulación en cada momento. El algoritmo de control del sistema analiza continuamente el estado de la generación, del almacenamiento, los consumos y la previsión de las pruebas de equipos en fábrica para determinar en cada momento el perfil de trabajo del sistema.

Nuestros focos de producción energética son:

  • El banco de pruebas donde testamos todos y cada uno de los grupos electrógenos que fabricamos.
  • Instalación de placas solares en la cubierta de la nave B27, con 126 paneles para un total de 57 kW.
  • Instalación de vidrios fotovoltaicos en la fachada de las naves B28 y B27, con 93 vidrios para un total de 13.1 kW.
  • La red como back up en caso de fallo del sistema.

Los sistemas de almacenamiento son:

  • Rack de baterías de Ion Litio (1ª fase) con una potencia total de 92 kWh a través de 14 módulos.
  • Generación de hidrógeno verde para almacenamiento (2ª fase)

Los consumidores en este caso son:

  • Nuestras propias instalaciones en la nave B28 y B27.

Nuestro reto en 2022: la sostenibilidad, sin excusas

El camino hacia modelos energéticos más limpios y sostenibles es imparable y en Genesal Energy avanzamos en esa dirección con la intención de no perder el rumbo. No hay plan B para el planeta. Tenemos muy presente que la transición ecológica es un camino sin retorno y, por eso, gran parte de los proyectos en los que participamos durante 2021 tenían como denominador común la sostenibilidad.

Por la misma razón, en el futuro -tanto a corto como a medio plazo- nuestros esfuerzos se centrarán en cumplir los compromisos que establece la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través de un proceso de identificación y priorización de los más relevantes para la compañía y que ya forman parte indisoluble de nuestra estrategia empresarial.

Pese a los efectos de la pandemia, en Genesal Energy cerramos el ejercicio 2021 muy orgullosos y recibimos el año con grandes proyectos en la agenda basados en dos de nuestros grandes pilares: la internacionalización y la innovación como bandera.

Seguir creciendo

La apuesta por la investigación como herramienta para destacar en el mercado, ha marcado nuestra trayectoria y nos ha permitido crecer tanto a nivel nacional como internacional desde nuestros comienzos. En este contexto tan competitivo, la aplicación de las nuevas tecnologías a los productos que diseñamos es una baza importante para continuar creciendo.

En 2021, un año de transición debido a la crisis sanitaria, en Genesal Energy volvimos a acudir a eventos presenciales y tuvimos la oportunidad de participar, por ejemplo, en la Feria Mindtech, que se celebró en septiembre en la ciudad de Vigo. En el recinto, uno de los más destacados del sector a nivel europeo, enseñamos parte de lo que ya hacemos y avanzamos mucho de lo que pretendemos conseguir en el ámbito de la transición ecológica.

En nuestro stand mostramos el sistema Hybrid Microgeneration, que combina varias baterías alimentadas por diferentes fuentes renovables; los grupos electrógenos con motores diésel integrados -y adaptados a la normativa europea Stage V– y la línea de equipos alimentados por gas. Son tres ejemplos de avances en la senda de la eficiencia energética y la neutralidad de emisiones de cara a 2050. La inversión en productos que prioricen la eficiencia energética se reforzará durante 2022 porque creemos que es el camino que debemos seguir para ayudar al planeta. Es nuestro grano de arena.

Grupos electrógenos Stage V Genesal Energy

La proactividad se convierte así en una de las máximas de la compañía para lograr energía cada vez más limpia y sostenible. Nuestra apuesta por las energías renovables ya es una realidad y así se volvió a demostrar en los últimos doce meses, contribuyendo, por ejemplo, al desarrollo de instalaciones como el futuro parque eólico Fenicias, en México, que permitirá dejar de emitir a la atmósfera más de 320.000 toneladas de CO2 al año, o con el suministro de energía de emergencia para alimentar la subestación de una gran planta fotovoltaica en Atacama (Chile), uno de los grandes proyectos energéticos de este país.

También la sostenibilidad está muy presente en Cabrera Solar, el plan fotovoltaico más grande de Andalucía y uno de los mayores de Europa y donde hemos participado con la fabricación de un grupo electrógeno.

Grupo Genesal Energy instalado en un parque eólico

El futuro se llama hidrógeno

Al margen de la progresiva transición hacia el gas, el hidrógeno es la próxima parada en materia de sostenibilidad. En la compañía apostamos y participamos en proyectos de este tipo desarrollando sistemas de emergencia en plantas de hidrógeno verde en Barcelona y Ciudad Real que producen energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.

Conscientes de la importancia de practicar con el ejemplo, no solo diseñamos grupos electrógenos para instalaciones sostenibles, sino que intentamos aplicar la misma filosofía en casa. En este sentido uno de nuestros últimos proyectos (que se encuentra actualmente en desarrollo) ha sido la fachada fotovoltaica de nuestra sede central en España. Porque creemos que cada gesto cuenta.


Próxima fachada fotovoltaica en nuestra sede central

Nuestro departamento de I+D+i es la punta de lanza de la empresa, la cocina donde se cuece todo y donde surgen los proyectos especiales, las soluciones ad hoc que nos han abierto el camino en un mercado energético diversificado y cambiante.

La diversidad y la adaptabilidad de nuestros equipos a cada escenario y a cada necesidad, nuestras soluciones adaptadas, son nuestros avales, garantías de éxito tal y como lo demuestran nuestros equipos para soportar temperaturas extremas, presentes en todo el mundo, desde Argelia -en 2021 colaboramos en la creación de la planta Sonelgaz, capaz de funcionar a 55°C- hasta Qatar, donde llevamos grupos electrógenos al desierto.

Los grupos electrógenos para bajas temperaturas, como el creado para la subestación LitPol Link -que forma parte de la línea eléctrica de interconexión entre Polonia y Lituania-, también son referentes y la gama Rental con una gran implantación en Perú y México, se consolidará este ejercicio.


 Instalaciones para nuestra gama rental en Genesal Energy México

En el año que dejamos atrás, la pandemia estuvo muy presente y, pese a todas las consecuencias negativas que ha traído la crisis sanitaria, a lo largo de este tiempo Genesal Energy ha sido considerada un servicio esencial. Por eso, nos cargamos de energía positiva más que nunca. Investigamos, avanzamos y nos reforzamos. Contribuimos a garantizar la seguridad en centros vitales e instalaciones críticas como hospitales, puertos o aeropuertos, y en el sector servicios diseñamos energía de emergencia para hoteles, complejos de oficina, administrativos…

La proximidad con el cliente, los servicios integrales en los que asumimos todo el proceso de la cadena, desde el diseño hasta la fabricación, suministro, instalación y mantenimiento de cada uno de los grupos que salen de nuestra fábrica, forman parte de nuestra identidad. A estas características se une ahora un factor clave: la sostenibilidad, la apuesta sin excusas por energías limpias y sostenibles. Es el futuro en el que debemos estar.

¿Sabes qué es la normativa de emisiones Stage V? ¡Te lo explicamos!

Introducción

Velar por la calidad del aire ha cobrado una gran importancia a nivel global y Europa no se queda al margen. Por eso, desde hace años la Unión Europa establece límites de emisiones de gases y partículas contaminantes. El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo endurecieron en 2016 las restricciones sobre los motores de combustión interna instalados en máquinas móviles no de carretera entre las que también se incluyen los grupos electrógenos.

En la actualidad, la legislación es cada vez más restrictiva con las emisiones contaminantes y limita mucho las sustancias nocivas en los gases de escape que provienen de motores que funcionan con combustibles fósiles. Estas sustancias incluyen óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC), material particulado (PM) y el control del número de partículas (PN). La Normativa Europea de Emisiones para Maquinaria (NRMM) 2016/1628/CE o normativa Stage V, entró en vigor el 1 de enero de 2019 derogando la directiva que hasta entonces regulaba las emisiones emitidas por maquinaria industrial.

El nuevo reglamento afecta a todas las potencias y a todos los equipos móviles e industriales que funcionen con motores de compresión o de chispa en aplicaciones no estacionarias. Hay que señalar, no obstante, que los grupos electrógenos de emergencia instalados de forma estacionaria no entran en el campo de aplicación del reglamento.

Período de transición

La legislación contempla un periodo de transición en el que se permite, por un plazo limitado de tiempo, introducir en el mercado motores de transición, así como las máquinas en las que se integren. Recientemente se ha modificado el reglamento UE 2016/1628 con su entrada en vigor el 1 de julio, concediendo una prórroga de 12 meses al período anteriormente marcado. Es decir, con estos nuevos períodos, la venta de grupos electrógenos STAGE IIIA con potencias inferiores a 56KW y superiores a 130KW, fabricados hasta el 30 junio de 2021, será hasta diciembre de 2021, y la misma fecha para aquellas máquinas con potencias entre 56 y 130 kW.

El endurecimiento de la legislación obliga a los fabricantes a implementar una estrategia de postratamiento de gases de escape adecuada para controlar y medir las emisiones del motor y que permita cumplir con el nuevo estándar de emisiones Stage V. Estas soluciones técnicas que posibilitan contener las emisiones de los motores de combustión interna dentro de los límites establecidos por la normativa son:

  • DOC (Diesel Oxidation Catalyst), catalizador por oxidación diésel diseñado específicamente para reducir las emisiones de monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC) y material particulado (PM) convirtiendo los componentes nocivos de los gases de escape en dióxido de carbono (CO 2 ) y agua (H 2 O).
  • DPF (Diesel Particulate Filter), filtro de partículas que retiene las partículas contaminantes presentes en los gases de escape comúnmente conocidas como hollín.
  • SCR (Selective Catalytic Reduction), proceso de reducción catalítica selectiva que optimiza los procesos de combustión mediante la reducción química de los óxidos de nitrógeno (NO x ) presentes en los gases de escape por inyección de AdBlue, solución acuosa de urea con un 32,5 % urea y un 67,5 % de agua desionizada.
  • EGR (Exhaust gas recirculation), recirculación o redirección de parte de los gases de escape con el fin de reducir el contenido en óxido de nitrógeno (NO x ) de los gases de escape. Este sistema se suele emplear en combinación con los sistemas de postratamiento DOC o DPF reduciendo así las emisiones de partículas.

¿Cómo se ha adaptado Genesal Energy a esta nueva legislación?

La integración de estos sistemas de postratamiento conlleva notables diferencias a nivel técnico respecto a los grupos electrógenos que no deben cumplir con esta norma de emisiones.

Por ejemplo, en el ámbito de componentes mecánicos es necesario realizar modificaciones en los diseños de los equipos que permitan albergar las citadas soluciones técnicas y conduzcan a un correcto funcionamiento de las mismas. Estas son algunas de las nuevas necesidades:

  • Garantizar una ventilación adecuada en zonas estratégicas.
  • Rediseño completo del sistema de salida de gases de escape para integrar los nuevos sistemas (DOC-DPF-SCR)
  • Aislamiento térmico más exigente para mantener la temperatura de los gases de escape en valores adecuados.
  • El diseño de la cabina, bajo la premisa de producto compacto que permita economizar su transporte, adquiere una mayor complejidad al estar sujeto a más restricciones.

Respecto al área eléctrica, el sistema de control debe mantener el motor de combustión en una carga mínima de aproximadamente el 25 % de la potencia nominal para que la temperatura de gases de escape siempre se encuentre en unos valores mínimos que permitan el correcto funcionamiento de los sistemas de postratamiento de gases de escape. Para lograr mantener esta carga mínima es importante hacer lo siguiente:

  • Instalar un banco de carga a la salida de potencia del generador. Este banco de carga está compuesto por resistencias eléctricas conmutadas automáticamente mediante el sistema de control del generador según las necesidades del sistema.
  • Por seguridad, el generador deberá disponer también de un interruptor controlado, como puede ser un contactor para que, en caso de existir un fallo en el sistema de postratamiento de gases de escape, poder aislar las cargas a alimentar del generador. A partir de ese momento sería necesario una regeneración forzada del sistema para que el grupo electrógeno pueda volver a operar en las condiciones adecuadas. Este caso sería una situación extrema que no debería darse nunca si las condiciones de operación y mantenimiento del equipo están dentro de las recomendadas por el fabricante. No obstante, el sistema desarrollado por Genesal Energy permite posponer esta regeneración forzada un cierto tiempo para no obligar al usuario a cortar el suministro eléctrico en caso de emergencia.

Para conocer en todo momento el estado del sistema de postratamiento de gases, la comunicación entre la electrónica del motor y la central de control del generador debe ser perfecta. La razón es simple: la adecuada operatividad de todo el sistema depende de dicha comunicación. El motor necesita de los datos externos que le transmite la central de control y viceversa, de esta manera, el motor siempre funcionará en el modo acertado para cumplir con las restricciones de emisiones, incluso cuando la instalación que alimenta el generador no lo necesita, y por tanto está funcionando aislado.

Suministro de un GEN33KI Stage V emission compliant para Alemania

En la actualidad, Genesal Energy trabaja en el desarrollo de su nueva gama de grupos electrógenos con motores Stage V, acordes con los criterios de emisiones marcados en el reglamento.

Así, acabamos de desarrollar para un proyecto gubernamental en Alemania la fabricación y suministro de dos grupos electrógenos de emergencia preparados para montaje sobre remolque y siguiendo las normativas de emisiones de la Unión Europea. Estos equipos incorporan cuadros de tomas para alimentación de diferente tipo de maquinaria ahí donde se requiera.

Además, se instalaron resistencias para garantizar un nivel de carga mínimo en todo momento (estas resistencias se conectan sólo a partir de un cierto nivel de hollín acumulado, hasta llegar a él no se garantiza el nivel de carga mínimo), asegurando una temperatura de trabajo que impida la cristalización de los residuos de escape y, en consecuencia, evite un mal funcionamiento de la máquina.

La premisa de estos grupos fue hacerlos lo más autónomos posible y también versátiles, integrando un cuadro de tomas sobre la cabina insonorizada para conectar diferentes máquinas al equipo. Otro de los requerimientos del cliente era la insonorización, por lo que se incorporaron deflectores en el interior de la cabina para dar un nivel de ruido medio de 69 dB(A) a 7 metros.

Características:

  • Grupo preparado para ir en un remolque
  • *Depósito tipo bunded tank
  • *Monitor de aislamiento
  • *Cuadro de tomas
  • *Motor STAGE V
  • Insonorización especial para 69 dB(A) a 7 metros

La nueva gama de grupos con motores Stage V pone al alcance del cliente la tecnología más avanzada, que siempre es un reto para Genesal y que se materializa gracias, entre otros factores, a la fuerte apuesta por el sector de I+D+i a través del Centro Tecnológico de Energía Distribuida (CETED), que fue creado para concebir equipos electrógenos avanzados y diseñados a medida para cada cliente. Siempre según sus necesidades y partiendo de cero.