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Innovación para un futuro sostenible

“Solamente a través de la innovación será posible reducir el CO2, mejorar la eficiencia energética y aliviar la presión sobre los recursos.”

María Teresa Costa i Campi, Catedrática de economía aplicada en la Universidad de Barcelona.

En un mundo en el que el cambio climático y la degradación ambiental son temas prioritarios, la innovación tecnológica debe adquirir un rol protagonista en el desarrollo sostenible: no será posible superar los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos como consecuencia de la actual crisis climática sin la convergencia entre tecnología y sostenibilidad. 

El papel de la tecnología en la sociedad

La tecnología siempre ha sido una fuerza impulsora en el progreso humano, transformando la economía y ayudando a mejorar la calidad de vida. Sin embargo, este progreso ha venido acompañado de un significativo impacto ambiental, que va desde la contaminación del aire y del agua hasta la explotación insostenible de los recursos naturales. Es decir, la innovación tecnológica es un arma de doble filo: ha sido parte del problema, pero puede y debe convertirse una pieza esencial de la solución.

Para ello, la tecnología debe evolucionar hacia prácticas más sostenibles, como son el desarrollo de energías limpias, la creación de productos más eficientes o la implementación de prácticas menos contaminantes. La clave para alcanzar estos objetivos la encontramos en la innovación, en la búsqueda de nuevas formas de seguir satisfaciendo las necesidades de las actuales sociedades sin comprometer la salud del planeta.

Combustibles sostenibles: la columna vertebral del futuro energético

La transición hacia combustibles sostenibles es uno de los elementos más cruciales en la lucha contra el cambio climático, ya que, aunque en el campo de las energías renovables se están haciendo grandes avances, no es posible llevar la electrificación a todos los sectores. Por ello, es fundamental explorar y desarrollar alternativas de combustibles sostenibles que permitan reducir en gran medida la dependencia de los combustibles fósiles.

El Hidrobiodiésel, o HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), es una de estas grandes alternativas. Se produce a partir de aceites vegetales y grasas animales y, a diferencia del biodiésel convencional, el HVO se obtiene mediante un proceso de hidrogenación, lo que resulta en un combustible más limpio y con mejores propiedades de combustión. Este combustible reduce significativamente las emisiones de CO2, NOx y partículas en comparación con el diésel fósil, y es compatible con la infraestructura existente de distribución y los motores diésel actuales. Además, el HVO tiene una densidad energética similar al diésel convencional, lo que lo convierte en una opción práctica y eficiente para el transporte y otras aplicaciones energéticas.

Por otro lado, pasando al sector de los combustibles gaseosos, otra de las grandes promesas la encontramos en el hidrógeno (H2). Cuando se utiliza en celdas de combustible, este gas puede producir electricidad con agua como único subproducto, convirtiéndolo en una solución de cero emisiones. Además, también es posible producir hidrógeno de manera sostenible mediante la electrólisis del agua y utilizando energía renovable. Si este es el caso, no se producen emisiones de CO2 y al producto obtenido se le conoce como “hidrógeno verde”. La adopción de hidrógeno como combustible puede contribuir significativamente a la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como el transporte pesado, la aviación y la industria.

El biogás, por su parte, es una mezcla de gases producidos por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno. Este gas se compone principalmente de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2); y su producción a partir de residuos agrícolas, estiércol, desechos orgánicos y aguas residuales no solo proporciona una fuente de energía renovable, sino que también ayuda a realizar una gestión de los residuos más eficiente. El biogás puede ser purificado para obtener biometano, que tiene propiedades similares al gas natural y puede ser utilizado en la red de gas existente.

Eficiencia energética: sistemas de gestión avanzados

Para maximizar los beneficios de cualquier fuente de energía, sea o no renovable, es crucial implementar sistemas de gestión energética avanzados. Estos sistemas permiten monitorear, controlar y optimizar el uso de la energía en diferentes sectores, mejorando la eficiencia y reduciendo el consumo, lo que a su vez lleva a una disminución de las emisiones.

Existen diversas maneras de mejorar la eficiencia de los sistemas de energía, entre las que destaca la aplicación de algoritmos de gestión que permitan ajustar de manera dinámica la producción y el consumo de energía en función de la oferta y la demanda. Por ejemplo, en sistemas de energía solar o eólica, dichos algoritmos pueden prever la disponibilidad de energía y adaptar la producción en consecuencia, optimizando el rendimiento y minimizando el desperdicio.

Además, en un contexto como en el que vivimos, en el que se busca aumentar la inserción de energías renovables en la red eléctrica, la combinación de los algoritmos de gestión con sistemas de almacenamiento de energía es especialmente relevante. Recordemos que este tipo de energías no sólo son intermitentes por naturaleza, sino que no podemos ejercer ningún tipo de control sobre su disponibilidad. Los sistemas de almacenamiento, como las baterías, pueden capturar el exceso de energía cuando está disponible y liberarla cuando sea necesario, pero no tienen la capacidad de gestionarla de forma eficiente por sí solos. Es ahí donde entra en juego la importancia de los algoritmos de gestión, que permiten coordinar la operación del almacenamiento y optimizar su funcionamiento en función no sólo de la demanda energética, sino también de las condiciones del sistema.

Además, recordemos que uno de los pilares de la transición energética es el aumento de micro-redes y de smart grids, donde se integran diversas fuentes de energía distribuida, sistemas de almacenamiento a pequeña escala y focos consumidores. Aunque no es sencillo gestionar todos estos elementos de manera eficiente y coordinada, los avances en algoritmos de control permiten facilitar esta tarea, permitiendo mejorar la estabilidad y fiabilidad de las redes.

Inteligencia Artificial: el motor de la sostenibilidad

La Inteligencia Artificial (IA) está transformando nuestra aproximación a los desafíos ambientales al ofrecer soluciones innovadoras y eficientes para reducir el impacto medioambiental de las operaciones industriales. Aunque existen múltiples campos de aplicación de la IA en el sector industrial, como la lógica heurística o los sistemas de expertos; nos vamos a centrar en el mantenimiento predictivo gracias a su potencial para alargar la vida útil de los equipos, reducir residuos y optimizar el consumo de recursos.

El mantenimiento predictivo consiste en supervisar el funcionamiento de los equipos utilizando técnicas de monitoreo en tiempo real, análisis de datos y tecnologías avanzadas, como la IA, para para detectar los problemas antes de que sucedan o de que tengan consecuencias graves. Es decir, se trata de detectar el origen del fallo antes de que realmente se produzca. De esta forma, es posible garantizar que sólo se realizan las acciones necesarias en el momento que hacen falta, lo que, a su vez, implica menores costos de piezas y de mano de obra, aumenta la disponibilidad del operario y disminuye el tiempo en el que el grupo está inactivo (ya que, durante el periodo de mantenimiento, este no puede estar funcionando).

Este tipo de estrategias pueden tener un impacto significativo en la sostenibilidad en varias áreas clave Este tipo de estrategias ofrece múltiples beneficios en términos de sostenibilidad y eficiencia operativa. En primer lugar, se logra una reducción de las emisiones producidas durante los mantenimientos, ya que se minimizan las revisiones innecesarias y, por ende, el número de viajes que deben realizar los operarios. Esto tiene un impacto directo en la disminución de las emisiones generadas por el transporte. Además, se logra un ahorro significativo de energía al mantener los equipos en condiciones óptimas de funcionamiento, evitando el consumo excesivo de energía que suelen causar los equipos defectuosos o mal mantenidos.

Otro aspecto crucial es la optimización del gasto de materiales usados. Al identificar y corregir posibles fallos antes de que se conviertan en problemas mayores, los arreglos necesarios suelen ser más simples y menos costosos. Por ejemplo, detectar que un filtro de aceite de un motor no funciona correctamente y reemplazarlo es una tarea sencilla y barata. Sin embargo, si este problema no se aborda a tiempo, puede llevar al sobrecalentamiento del motor y a fallos más graves y costosos de reparar.

Finalmente, el mantenimiento predictivo contribuye significativamente a la reducción de la cantidad de residuos generados. Al prolongar la vida útil de los equipos y evitar fallos catastróficos que podrían requerir reemplazos completos, se disminuye la cantidad de desechos producidos, promoviendo una gestión más sostenible y responsable de los recursos.

Genesal Energy: comprometidos con la innovación sostenible

En Genesal Energy estamos comprometidos con esta visión del rol que juegan la tecnología y la innovación en la transición energética hacia un futuro más sostenible. Por ello, muchas veces en colaboración con diversas instituciones tanto públicas como privadas, participamos en el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a luchar contra el cambio climático. Así, no solo apostamos por la eficiencia en todos nuestros productos, sino que trabajamos constantemente en la mejora de los sistemas de generación distribuida para que puedan funcionar con combustibles sostenibles. Prueba de ello son los proyectos desarrollados en materia de HVO, hidrógeno y biogás. Además, también desarrollamos nuestro sistema propio de almacenamiento y gestión inteligente de la energía, como es el OGGY, que permite optimizar todos los flujos energéticos, tanto los de generación como los de consumo.

Además, como no somos de conformarnos, también buscamos innovar en nuestros propios procesos productivos. Por ello, integramos las prácticas sostenibles en el centro de nuestras operaciones a través de iniciativas como son la instalación de una fachada fotovoltaica o el reaprovechamiento de los flujos energéticos en fábrica.

Gracias a esta forma de trabajar, queremos demostrar que es posible equilibrar crecimiento económico y sostenibilidad ambiental, liderando el camino hacia un futuro energético más verde y responsable.

HVO ¿Estamos ante el combustible del futuro?

El aceite vegetal hidrotratado se hace hueco en el mercado por sus numerosas propiedades y es uno de los caminos hacia la transición energética.

La electricidad no es ni mucho menos la principal forma de energía utilizada, y tampoco es fácil llevar la electrificación a todos los sectores y aunque es cierto que el avance de las fuentes renovables es más que notable, en la actualidad el 80% de la demanda de energía primaria a nivel mundial sigue basándose en combustibles fósiles. Y esto es un problema, no sólo por los altos niveles de emisiones derivadas y sus consecuencias sobre el cambio climático, sino también por el carácter finito de estos combustibles, los cuales, tarde o temprano acabarán agotándose.

Por tanto, en Genesal Energy somos muy conscientes de que urge encontrar nuevos combustibles sostenibles para esos sectores donde la electrificación no va a llegar o al menos no a corto plazo. Y es aquí, en este escenario, donde entra en escena el HVO que en los últimos años se ha ido posicionando como una de las principales alternativas al diésel. Te damos todas las claves sobre este novedoso combustible.

¿Qué es el HVO?

El aceite vegetal hidrotratado o HVO (por sus siglas en inglés, Hydrotreated Vegetable Oil), es un biocombustible de segunda generación. Aunque lleve en su nombre las palabras “aceite vegetal”, se puede producir a partir de diferentes materias primas vegetales y no vegetales:

  • Aceite de cocina vegetal usado (UCO, Used Cooking Oil).
  • Residuos de grasa animal.
  • Tall oil, un subproducto de la fabricación de pulpa de madera.
  • Aceites de origen vegetal no aptos para uso alimentario (colza, soja y palma).

Por sí solos, estos aceites no son combustibles efectivos. Sin embargo, mediante un proceso conocido como hidrotratamiento es posible convertir las grasas de estos aceites en hidrocarburos casi idénticos al diésel convencional.

¿Es lo mismo que el biodiésel?

No, biodiésel y HVO hacen referencia a combustibles diferentes. Si bien ambos parten de los triglicéridos de los aceites vegetales y de las grasas animales, en el caso del biodiésel éste se fabrica por esterificación: la materia prima aceitosa se trata con un alcohol, generalmente metanol, y un catalizador. Esto produce glicerina y un combustible hecho de ésteres metílicos de ácidos grasos o FAME (Fatty Acid Methyl Ester).

Por otro lado, para obtener HVO los aceites son sometidos a un proceso de hidrotratamiento. Dicho de modo simple, se utiliza hidrógeno para eliminar el oxígeno del aceite a altas temperaturas, dividiendo las moléculas de grasa en cadenas separadas de moléculas de hidrocarburos. Como resultado se obtiene un combustible estable comparable al diésel fósil, tanto en forma como en rendimiento, lo que hace que el HVO se sitúe por encima del biodiésel como alternativa al combustible fósil.

¿Cuáles son las ventajas de usar HVO?

Destacan las siguientes:

 

  • Si como materia prima se utilizan aceites usados, y se produce de forma relativamente local, la utilización de HVO puede resultar en una disminución de emisiones de CO2e de hasta un 90%.
  • En la quema de HVO las emisiones de monóxido de carbono (COx) y de otras partículas contaminantes son menores.
  • Su vida útil es larga: hasta diez veces más que el diésel.
  • Su rendimiento se mantiene incluso a temperaturas extremas (-30 ºC).
  • Posee buenas características químicas. Es aromático, de baja densidad, con un índice de cetano muy alto y sin azufre. Además, su poder calorífico, y por tanto su contenido energético, es más alto que el del biodiésel.
  • A diferencia del biodiésel, que es necesario mezclar con diésel convencional para que funcione correctamente, el HVO es un combustible directo, que se puede reemplazar por completo en la mayoría de los grupos diésel.
  • También en comparación con el biodiésel, este último es propenso a la degradación, siendo necesaria una planificación muy concreta para almacenarlo. Para almacenar HVO sólo es necesario un tanque de aceite simple. De hecho, los tanques de diésel convencional se pueden llenar con HVO, y viceversa; de forma que si, por ejemplo, estamos funcionando con HVO, pero éste se agota y es imposible adquirirlo con la suficiente rapidez, se podría volver a usar diésel.

Diferentes marcas de los mundos del motor de combustión y de la energía distribuida ya han empezado a hacerse eco de las ventajas del HVO, certificando que sus productos son compatibles con este biocombustible.

Por poner algún ejemplo, diversas compañías han declarado que todos sus motores Euro 5 y Euro 6 son compatibles con la utilización de HVO.

¿Es el HVO sostenible?

Si bien el HVO presenta muchas ventajas, para hablar de la sostenibilidad de un combustible debemos prestar atención no sólo a sus propiedades, sino también a toda su cadena de valor. ¿Son la materia prima y la producción de origen relativamente local? En cuanto al origen de la materia prima, ¿se utilizan solo aceites usados, o también se incluyen, por ejemplo, cultivos aceitosos? ¿Han sido necesarios cambios en los usos del suelo para tener disponibles dichos cultivos? Si tenemos en cuenta la imagen entera, para hablar de un HVO 100% necesitamos asegurarnos de que se produce a partir de una materia prima derivada de desechos reales y que se respetan criterios medioambientales y sociales a lo largo de toda la cadena de valor.

Sin embargo, surge otra cuestión: si tenemos disponible un HVO que sabemos que no es 100% sostenible… ¿Es mejor recurrir a él o seguir utilizando diésel fósil? ¿Buscamos otra alternativa, como puede ser otro tipo de biocombustible o incluso un combustible sintético? Estas son preguntas difíciles de responder que dependen además de muchísimos factores.

La Escala Greenesal

Para facilitar la toma de decisiones sobre la elección y utilización de combustibles, desde Genesal Energy hemos creado la “Escala Greenesal de evaluación de la sostenibilidad para combustibles”.

Se trata de una herramienta que permitirá evaluar la sostenibilidad de los combustibles, de forma que no solo sea más sencillo elegir entre las diferentes opciones disponibles, sino que proporcionará una idea clara sobre el impacto real de cada una de estas.  Además, la herramienta ponderará de forma justa factores relacionados con las tres esferas del desarrollo sostenible:

  • Esfera medioambiental: origen de la materia prima, emisiones GHG, carbono orgánico del suelo, eutrofización, acidificación, balance energético, biodiversidad.
  • Esfera económica: costes capitales, costes operacionales.
  • Esfera social: derechos de las tierras, problemas relacionados con las condiciones de trabajo, relación con las comunidades locales

De esta forma, no solo se podrá distinguir entre diferentes tipos de combustible, sino que incluso para un mismo tipo, en función de las condiciones que se hayan generado a lo largo de la cadena de valor, se podrá conocer cuál tiene un mayor impacto positivo en la búsqueda de un futuro sostenible.

 

¿Que es Greenesal?

El cambio climático es una evidencia científica y un problema global que lamentablemente no se puede solucionar sin la colaboración de todos. Por este motivo, en el camino hacia la sostenibilidad las iniciativas individuales importan, aunque solo serán realidades si se llevan a la práctica.

En eso consiste Greenesal, en materializar un compromiso a través de un conjunto de acciones basadas en el conocimiento, la responsabilidad y la experiencia acumulada en Genesal Energy tras casi 30 años en el mercado de la industria de la energía.

En nuestra cruzada en favor de la sostenibilidad y la transición energética damos un paso más y ahora pasamos a la acción. Actuamos. Lo hacemos en forma de iniciativas concretas para ponerlas en marcha a corto, medio o largo plazo. Greenesal engloba ese programa meditado, planificado y ambicioso nacido para cambiar las cosas.

Greenesal, en cierto modo, es el corazón de Genesal Energy y se alimenta a través de dos arterias principales: el Plan de Transición Energética y la Cátedra de Transición Energética, creada en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (UDC). Ambas vías están muy centradas en el área de I+D+i, porque el conocimiento es el motor que hace posible el desarrollo y ejecución de soluciones sostenibles para proyectos energéticos de calidad.

Pese a que se encuentran en distintos ámbitos, uno más enfocado a la industria y el otro a la formación, el Plan de Transición Energética y la Cátedra tienen finalidades comunes: potenciar la energía limpia, impulsar el uso de las energías renovables y reducir la huella de carbono, tanto la nuestra como empresa, como la de clientes y de la sociedad en general. No obstante, somos conscientes de que conseguir cero emisiones no es tarea fácil.

Plan de Transición Energética Genesal Energy: ¿Qué significa?

El Plan de Transición Energética Genesal Energy es el conjunto de medidas y acciones dirigidas a lograr una mayor eficiencia energética de todos los proyectos que desarrollamos a nivel nacional e internacional con el propósito de que la energía distribuida y los grupos electrógenos sean cada vez más respetuosos con las personas y el medioambiente.El Plan de Transición Energética ya está en marcha y se materializa en una serie de propuestas y proyectos destinados a cambiar los procesos a nivel corporativo, productivo y sectorial. Su filosofía es clara: hacer más para impactar menos. Estos son algunos de sus líneas de acción:

1- A tope con el hidrógeno verde

Apostamos por el concepto Hydrogenset que engloba aquellas soluciones de generación de energía que utilizan el hidrógeno como combustible en cualquiera de sus formas y estados.

El hidrógeno es el elemento más simple y ligero de la tabla periódica, abundante en la Tierra y en el Universo y el nuevo oro verde. Es el futuro porque abre nuevas posibilidades de generación de energía sostenible con impacto cero.

2- Apoyamos la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD)

Nos comprometemos con la Agenda 2030, aprobada por Naciones Unidas en 2015, que define aquellos objetivos prioritarios que garanticen la sostenibilidad de nuestro planeta y un futuro mejor para la Humanidad. La iniciativa involucra tanto a gobiernos e instituciones como empresas públicas y privadas, para, de manera justa e inclusiva con todos los ciudadanos, fomentar el crecimiento económico, luchar contra el cambio climático y proteger el medioambiente. Se estructura en 17 ODS y 169 metas, de forma que toda la comunidad internacional pueda trabajar conjuntamente en su consecución.

Nos adherimos a 12 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y establecemos acciones específicas para el cumplimiento de cada uno de ellos.

3- Certificamos nuestros avances

Contamos con el sello oficial de cálculo de la Huella de Carbono como reflejo de nuestra contribución al ODS 13 (Acción por el clima) y con la certificación en Sistemas de Gestión de Medio Ambiente (ISO 14001) que sistematiza de forma sencilla el tratamiento de los aspectos ambientales que generan cada una de nuestras actividades.

4- Soluciones más sostenibles y eficientes

Aplicamos soluciones más sostenibles y eficientes en los procesos de fabricación de nuestros productos.

5- Hacemos los deberes. Predicamos con el ejemplo reduciendo huella

Menos gasolina: bajamos un 16% el combustible consumido por nuestra flota de vehículos. De esta manera, se ha pasado de 2377.75 litros de combustibles fósiles consumidos por la flota de vehículos por cada millón de euros facturado en 2019, a 2005.4 l/M€ en 2021; lo que supone una bajada del 16% de combustible consumido, y la energía más limpia es aquella que no se consume.

6- Reducimos la generación de residuos

Reducimos un 96% la generación de residuos papel/cartón, un 94% el plástico y un 85% la chatarra.

7- Tenemos la primera fachada fotovoltaica integral de Galicia

Un total de 126 paneles fotovoltaicos arropan la cubierta de la sede central de Genesal Energy en Bergondo (A Coruña). Con una potencia de 57,33kW, evitarán la emisión a la atmósfera de más de 20 toneladas de CO2 al año. La obra se incluye en la primera fase de nuestro proyecto OGGY de gestión energética.

Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy

Unimos industria y universidad en un proyecto apasionante al que le dimos forma. La Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy se presentó a principios de 2022.

La investigación, la promoción de la docencia y la difusión del conocimiento en el ámbito de la transición energética, y más concretamente en los aspectos orientados a los sistemas de energía distribuida, son los grandes objetivos de esta formación, que incide en factores como los siguientes:

  • Fomentar la realización y participación en proyectos de I+D+i
  • Desarrollar sistemas de redes de energía distribuida basados en combustibles de cero emisiones e impulsar actividades que contribuyan a facilitar la reflexión y el debate en el ámbito de la transición energética.
  • Impulsar la colaboración público-privada.
  • Impulsar la dotación y convocatoria de premios a proyectos, concursos de ideas y trabajos fin de grado y másteres
  • Promover la realización de prácticas de los estudiantes, curriculares o extracurriculares, en Genesal Energy.
  • Organizar cursos de especialización, conferencias, seminarios, reuniones con expertos y visitas a entidades, empresas e instituciones relacionadas con el objeto de la Cátedra.
  • Facilitar la inserción profesional de los estudiantes de la USC participando, en su caso, en las actividades que lleve a cabo la Cátedra.

A través de estos dos pilares, investigación y formación, estamos convencidos de que construir un mundo más justo es posible con acciones concretas como la reducción de la huella de carbono de nuestras actividades y la apuesta las energías renovables. Porque somos optimistas, en Genesal Energy soñamos a lo grande.

¿Qué es la transición energética?

¡Nosotros tenemos un plan!

Creamos la Cátedra de Transición Energética y obtenemos la certificación de cálculo de la Huella de Carbono dentro de nuestro compromiso por la sostenibilidad.

La digitalización, las energías renovables y vectores energéticos y el paso transitorio al gas natural son algunos de los pilares sobre los que descansa la transición energética.

El cambio climático es una realidad. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), la temperatura media del planeta en el año 2021 fue 0.27ºC superior a la del periodo 1991-2020, y 0.64 ºC mayor si la comparamos con el periodo 1981-2010. Esta alteración del clima tiene un enorme impacto potencial y las graves consecuencias de ello, que van desde la fusión de glaciares hasta la escasez de agua potable o el aumento en la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, nos afectarán a todos.

En la actualidad, existe consenso científico en que el origen de esta alteración del clima está en el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera como resultado de la actividad humana. Y el 90% del principal de estos gases, el CO2, procede del sector energético, en su mayoría de las centrales eléctricas de carbón.

Para intentar frenar esta situación, en diciembre de 2015 se firma el Acuerdo de París, un tratado internacional jurídicamente vinculante, que entró en vigor en noviembre de 2016 y que establece el marco global de lucha contra el cambio climático. Su objetivo final, actualizado a finales de 2021 en la COP26 celebrada en Glasgow, es evitar que la temperatura media planetaria aumente en más de 1.5ºC respecto a los niveles preindustriales a finales de siglo, para lo que se considera crucial reducir las emisiones de GEI en un 55% de aquí a 2050.

¿Qué es la transición energética?

Para alcanzar esta meta, la principal herramienta es la transición energética. Este concepto, cada vez más utilizado, se usa para definir la necesaria transformación integral del sistema energético desde el actual, basado en la quema de combustibles fósiles y la producción intensiva en grandes instalaciones conectadas a red, a otro nuevo centrado en el uso de energías renovables, la electrificación y la generación distribuida.

Aunque la transición energética es un proceso lento, porque implica un profundo cambio, tanto en los procesos de producción y distribución de la energía como en la manera de consumirla, afortunadamente ya se ha puesto en marcha en muchos lugares y cada vez son más las empresas socialmente comprometidas que se proponen cambiar las cosas a base de hechos, pasando de la teoría a la práctica. Y en este club estamos nosotros.

Estamos comprometidos al cien por cien con este cambio estructural y nuestro compromiso no es teórico, lo ponemos en práctica haciendo lo posible para que las medidas que favorezcan esta transición y que están a nuestro alcance se lleven a cabo de la manera más rápida y eficaz.

Rumbo hacia la transición energética

La transición energética descansa sobre cinco grandes pilares:

1- Energías renovables y vectores energéticos

Para cubrir la demanda energética tras el cierre de las centrales de carbón se prevé aumentar el peso de las energías renovables en la generación de energía, ya que actualmente su capacidad de producción está muy por encima de la explotada. Pero estas fuentes son no gestionables, lo que significa que no es posible controlar a voluntad la energía generada. Por tanto, para garantizar la seguridad de la red, es necesario complementarlas con alguna tecnología que permita almacenar la energía para liberarla gradualmente cuando sea necesario. Estas tecnologías reciben el nombre de vectores energéticos, y entre los que existen destaca cada vez más el hidrógeno.

2- Gas natural

Conseguir cubrir toda la demanda energética con energías renovables va a ser un proceso lento y gradual, por lo que son necesarias alternativas de apoyo mientras se lleva a cabo. En este contexto cobra importancia el gas natural. Aunque se trata de un combustible fósil, sus emisiones de CO2 son un 40-50% menores que las del carbón y un 25-30% menores que las del fuel-oil, de manera que la sustitución de estos por gas permite una reducción considerable de las emisiones GEI.

3- Movilidad

El transporte no solo es el sector de mayor consumo energético en España, sino que es el menos diversificado en cuanto a fuentes energéticas, dependiendo casi exclusivamente de derivados del petróleo. Además, se trata de uno de los mayores contaminantes de gases de combustión de las ciudades, afectando enormemente a la calidad del aire. Por tanto, una estrategia de movilidad sostenible es esencial para la transición.

En este marco, una solución que sobresale por encima de las demás es la implantación del vehículo eléctrico. Entre las ventajas de este tipo de transporte destacan la falta de emisiones directas de CO2 y el menor impacto que tienen sobre la salud de los ciudadanos al no emitir gases de combustión cerca de ellos.

4- Digitalización y eficiencia energética

La digitalización de la energía en todas y cada una de las etapas del sector energético, desde la producción de energía hasta su transporte, distribución y consumo final, permitirá mejorar la manera tradicional de hacer negocios, poner en valor la enorme cantidad de información disponible y adelantar nuevas tendencias.

Por ejemplo, los enfoques como el Big Data, la inteligencia artificial o el Internet of Things, basados en datos y en algoritmos de aprendizaje autónomos, permiten monitorizar y gestionar la generación de energía en varios focos productores, siendo posible encontrar anomalías en tiempo real y acortar los tiempos de reparación.

5- Economía circular

El sistema económico actual se basa en el modelo lineal de extraer, producir, consumir, desechar; en el que los productos tienen un ciclo de vida finito y por tanto deben ser reemplazados tras su consumo, generando una cantidad enorme de residuos. En contraposición, la economía circular, basada en los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar, busca la sostenibilidad a largo plazo mediante la reducción del volumen de residuos al mantenerlos en el ciclo productivo durante el mayor tiempo posible. En resumen, se podría decir que este enfoque busca lograr más con menos.

Por tanto, un cambio del sistema económico hacia la economía circular permitiría no sólo la reducción del impacto ambiental de los residuos al ser reutilizados como nuevas materias primas, sino también implicaría mejorar la eficiencia en los procesos de producción y una reducción de las emisiones asociadas a estos.

El plan de Genesal Energy

Hemos puesto en marcha nuestro propio Plan de Transición Energética dentro de nuestra apuesta por la sostenibilidad y en el marco de nuestro compromiso con la Agenda 2030 y las energías limpias. Pero ¿en qúe consiste? se trata de un conjunto de acciones a corto, medio y largo plazo destinadas a cambiar la manera de hacer las cosas a nivel corporativo, productivo y sectorial.

La aplicación de soluciones más sostenibles y eficientes en los procesos de fabricación de nuestros productos es uno de los pilares de esta estrategia con la que quiere contribuir a mejorar la sociedad, pero no es el único.

Como una de las grandes abanderadas de la transición energética, predicamos con el ejemplo y hemos incorporado a nuestra estrategia empresarial un proceso de identificación y priorización de 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Es una de nuestras contribuciones a la Agenda 2030, pero no la única.

En la búsqueda de soluciones energéticas más eficientes, incluimos acciones concretas como las siguientes: acelerar la transición del diésel hacia el gas, mejorar la eficiencia energética, impulsar la hibridación con energías renovables y el almacenamiento energético y apostar por la innovación y la digitalización de la energía.

Más investigación

En nuestro Plan de Transición Energética la investigación y la formación son esenciales. En este sentido, hemos creado, en colaboración con la Universidade de Santiago de Compostela (USC) la Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy, la primera de estas características que se constituye en Galicia.

El objetivo de la cátedra es impulsar la investigación, la promoción de la docencia y la difusión de conocimiento en el ámbito de la transición energética y, más concretamente, en aspectos orientados a los sistemas de energía distribuida. Desarrollar tecnologías y sistemas de redes de energía distribuida autosostenibles basados ​​en combustibles de carbono cero, analizar procesos de transición energética o el ecodiseño de sistemas de generación de energía distribuida también están en su hoja de ruta.

Las línias del plan: Sectorial y corporativa

Nuestro plan tiene dos líneas de acción principales: a nivel sectorial y a nivel corporativo.

Desde el punto de vista del sector de energía distribuida, la empresa promueve su participación en espacios donde las principales marcas nacionales e internacionales especializadas en grupos electrógenos comparten experiencias y conocimientos. Su participación en EuropGen, en Cluergal o en Viratec, el Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular, se inscriben en esta política.

A nivel corporativo, y como reflejo de su contribución al ODS 13 (Acción por el Clima), hemos conseguido la certificación de cálculo de la Huella de Carbono.

Objetivos y resultados

No obstante, el Plan de Transición Energética, va más allá de su vertiente sectorial y corporativa. Anhela mucho más: contribuir a cambiar el mundo, empezando por la propia empresa, socialmente comprometida. Entre nuestras últimas actuaciones destaca nuestro proyecto de fachada fotovoltaica en nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña; y la disminución del 16% del combustible consumido por nuestra flota de vehículos.

De esta manera, se ha pasado de 2377.75 litros de combustibles fósiles consumidos por la flota de vehículos por cada millón de euros facturado en 2019, a 2005.4 l/M€ en 2021; lo que supone una disminución del 16% de combustible consumido, y la energía más limpia, es aquella que no se consume.

Construir un futuro neutro en emisiones es un trabajo en equipo. Todos somos protagonistas del cambio y en Genesal Energy asumimos este compromiso con el planeta y con el medioambiente y por ello nos comprometemos a poner en marcha la estrategia desarrollada, en línea con el ODS 13 de las Naciones Unidas, en nuestro Plan de Transición Energética.

En resumen, el Plan de Transición Energética Genesal Energy se ha diseñado partiendo de tres ejes fundamentales y cada uno incluye unas líneas de actuación muy concretas:

Completar la transición hacia un modelo energético sostenible.

L1. Reducir el consumo de energía en las instalaciones de la empresa e incrementar el uso de las renovables mediante la instalación de un sistema de autoconsumo fotovoltaico.
L2. Disminuir la dependencia del petróleo fomentando la transición del diésel hacia el gas y aplicando una estrategia de movilidad sostenible.
L3. Aumentar la eficiencia energética en todas las áreas de la compañía gracias a la digitalización.

Disminuir la huella de carbono

Avanzar hacia la neutralidad de emisiones, para lo que es clave tener un registro de cuáles son las emisiones generadas debido al desarrollo de la actividad empresarial.

En este sentido, Genesal Energy ya tiene una parte del camino recorrido: los Alcances 1 y 2 de la Huella de Carbono se llevan calculando desde 2019. Ese cálculo se mejorará al añadir el Alcance 3, al tiempo que se sigue trabajando en estrategias de disminución y compensación de emisiones.

Transversalidad de la acción climática

L5. Colaborar a la desvinculación entre el crecimiento económico y el impacto ambiental al optimizar el aprovechamiento y la reutilización de los flujos de salida y de los residuos
L6. Luchar contra la pobreza energética. El compromiso de Genesal Energy con la transición abarca todas las dimensiones de ésta, incluida la social. Por tanto, se está estudiando un plan de donación de energía a aquellas familias en situación de vulnerabilidad.