Apostamos por el concepto HYDROGENSET

La producción y almacenamiento de hidrógeno verde para ser usado como combustible abre nuevas posibilidades de generación energética sostenible con impacto cero.

Para comprender mejor el concepto HYDROGENSET primero debemos entender la función del hidrógeno como vector energético.

El hidrógeno es el elemento más simple y ligero que existe de la tabla periódica. Su átomo está formado por un protón y un electrón y se mantiene estable en forma de molécula diatómica (H2). En condiciones normales se encuentra en estado gaseoso y es uno de los elementos más abundantes en la Tierra y el Universo, pero siempre se encuentra combinado con otros elementos como el oxígeno para formar moléculas de agua o el carbono para formar compuestos orgánicos. No es un combustible que pueda tomarse directamente de la naturaleza, sino que es un vector energético como la electricidad. Es necesario generarlo de algún modo.

Existen diferentes métodos de producción de hidrógeno a partir de distintas materias primas, distintas fuentes de energía y distintos procedimientos. En función de la materia prima y la fuente energética utilizada para producir H2, podemos hablar de H2 100 % renovables, 100 % fósil o híbrido en un determinado porcentaje.

El hidrógeno se puede producir en grandes instalaciones centrales o en pequeñas unidades distribuidas localizadas cerca del punto de uso final. Esto significa que cualquier parte del planeta, incluso áreas remotas, pueden convertirse en productores de hidrógeno.

Un kilogramo de hidrógeno contiene más energía que un kilogramo de otros combustibles (casi el triple que la gasolina o el gas natural) y en el proceso de liberación de esa energía no emite dióxido de carbono, simplemente vapor de agua, por lo que su impacto ambiental es cero.

De igual forma que la generación de hidrógeno es muy variada, su valorización energética también es posible a través de diferentes sistemas y es aquí donde nace el concepto HYDROGENSET como solución de generación de energía mediante el uso de hidrógeno como combustible en cualquiera de sus formas y estados:

  • Por combustión en motores en forma de gas, ya sea mediante blending (mezcla) con otros combustibles o incluso llegando a alimentar motores con 100% de H2.
  • En pilas de combustible mediante un proceso químico por el cual se introduce H2 y O2 (aire) para formar vapor agua y una corriente eléctrica generada en el intercambio de electrones y protones entre sustancias a través de las membranas.
  • Metanol, para grandes equipos que podría ser empleado en motores de combustión interna, incluso con dual fuel, dando una mayor versatilidad al poder ser alimentados en caso necesario con combustibles tradicionales.

¿Qué es la transición energética?

¡Nosotros tenemos un plan!

Creamos la Cátedra de Transición Energética y obtenemos la certificación de cálculo de la Huella de Carbono dentro de nuestro compromiso por la sostenibilidad.

La digitalización, las energías renovables y vectores energéticos y el paso transitorio al gas natural son algunos de los pilares sobre los que descansa la transición energética.

El cambio climático es una realidad. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), la temperatura media del planeta en el año 2021 fue 0.27ºC superior a la del periodo 1991-2020, y 0.64 ºC mayor si la comparamos con el periodo 1981-2010. Esta alteración del clima tiene un enorme impacto potencial y las graves consecuencias de ello, que van desde la fusión de glaciares hasta la escasez de agua potable o el aumento en la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, nos afectarán a todos.

En la actualidad, existe consenso científico en que el origen de esta alteración del clima está en el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera como resultado de la actividad humana. Y el 90% del principal de estos gases, el CO2, procede del sector energético, en su mayoría de las centrales eléctricas de carbón.

Para intentar frenar esta situación, en diciembre de 2015 se firma el Acuerdo de París, un tratado internacional jurídicamente vinculante, que entró en vigor en noviembre de 2016 y que establece el marco global de lucha contra el cambio climático. Su objetivo final, actualizado a finales de 2021 en la COP26 celebrada en Glasgow, es evitar que la temperatura media planetaria aumente en más de 1.5ºC respecto a los niveles preindustriales a finales de siglo, para lo que se considera crucial reducir las emisiones de GEI en un 55% de aquí a 2050.

¿Qué es la transición energética?

Para alcanzar esta meta, la principal herramienta es la transición energética. Este concepto, cada vez más utilizado, se usa para definir la necesaria transformación integral del sistema energético desde el actual, basado en la quema de combustibles fósiles y la producción intensiva en grandes instalaciones conectadas a red, a otro nuevo centrado en el uso de energías renovables, la electrificación y la generación distribuida.

Aunque la transición energética es un proceso lento, porque implica un profundo cambio, tanto en los procesos de producción y distribución de la energía como en la manera de consumirla, afortunadamente ya se ha puesto en marcha en muchos lugares y cada vez son más las empresas socialmente comprometidas que se proponen cambiar las cosas a base de hechos, pasando de la teoría a la práctica. Y en este club estamos nosotros.

Estamos comprometidos al cien por cien con este cambio estructural y nuestro compromiso no es teórico, lo ponemos en práctica haciendo lo posible para que las medidas que favorezcan esta transición y que están a nuestro alcance se lleven a cabo de la manera más rápida y eficaz.

Rumbo hacia la transición energética

La transición energética descansa sobre cinco grandes pilares:

1- Energías renovables y vectores energéticos

Para cubrir la demanda energética tras el cierre de las centrales de carbón se prevé aumentar el peso de las energías renovables en la generación de energía, ya que actualmente su capacidad de producción está muy por encima de la explotada. Pero estas fuentes son no gestionables, lo que significa que no es posible controlar a voluntad la energía generada. Por tanto, para garantizar la seguridad de la red, es necesario complementarlas con alguna tecnología que permita almacenar la energía para liberarla gradualmente cuando sea necesario. Estas tecnologías reciben el nombre de vectores energéticos, y entre los que existen destaca cada vez más el hidrógeno.

2- Gas natural

Conseguir cubrir toda la demanda energética con energías renovables va a ser un proceso lento y gradual, por lo que son necesarias alternativas de apoyo mientras se lleva a cabo. En este contexto cobra importancia el gas natural. Aunque se trata de un combustible fósil, sus emisiones de CO2 son un 40-50% menores que las del carbón y un 25-30% menores que las del fuel-oil, de manera que la sustitución de estos por gas permite una reducción considerable de las emisiones GEI.

3- Movilidad

El transporte no solo es el sector de mayor consumo energético en España, sino que es el menos diversificado en cuanto a fuentes energéticas, dependiendo casi exclusivamente de derivados del petróleo. Además, se trata de uno de los mayores contaminantes de gases de combustión de las ciudades, afectando enormemente a la calidad del aire. Por tanto, una estrategia de movilidad sostenible es esencial para la transición.

En este marco, una solución que sobresale por encima de las demás es la implantación del vehículo eléctrico. Entre las ventajas de este tipo de transporte destacan la falta de emisiones directas de CO2 y el menor impacto que tienen sobre la salud de los ciudadanos al no emitir gases de combustión cerca de ellos.

4- Digitalización y eficiencia energética

La digitalización de la energía en todas y cada una de las etapas del sector energético, desde la producción de energía hasta su transporte, distribución y consumo final, permitirá mejorar la manera tradicional de hacer negocios, poner en valor la enorme cantidad de información disponible y adelantar nuevas tendencias.

Por ejemplo, los enfoques como el Big Data, la inteligencia artificial o el Internet of Things, basados en datos y en algoritmos de aprendizaje autónomos, permiten monitorizar y gestionar la generación de energía en varios focos productores, siendo posible encontrar anomalías en tiempo real y acortar los tiempos de reparación.

5- Economía circular

El sistema económico actual se basa en el modelo lineal de extraer, producir, consumir, desechar; en el que los productos tienen un ciclo de vida finito y por tanto deben ser reemplazados tras su consumo, generando una cantidad enorme de residuos. En contraposición, la economía circular, basada en los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar, busca la sostenibilidad a largo plazo mediante la reducción del volumen de residuos al mantenerlos en el ciclo productivo durante el mayor tiempo posible. En resumen, se podría decir que este enfoque busca lograr más con menos.

Por tanto, un cambio del sistema económico hacia la economía circular permitiría no sólo la reducción del impacto ambiental de los residuos al ser reutilizados como nuevas materias primas, sino también implicaría mejorar la eficiencia en los procesos de producción y una reducción de las emisiones asociadas a estos.

El plan de Genesal Energy

Hemos puesto en marcha nuestro propio Plan de Transición Energética dentro de nuestra apuesta por la sostenibilidad y en el marco de nuestro compromiso con la Agenda 2030 y las energías limpias. Pero ¿en qúe consiste? se trata de un conjunto de acciones a corto, medio y largo plazo destinadas a cambiar la manera de hacer las cosas a nivel corporativo, productivo y sectorial.

La aplicación de soluciones más sostenibles y eficientes en los procesos de fabricación de nuestros productos es uno de los pilares de esta estrategia con la que quiere contribuir a mejorar la sociedad, pero no es el único.

Como una de las grandes abanderadas de la transición energética, predicamos con el ejemplo y hemos incorporado a nuestra estrategia empresarial un proceso de identificación y priorización de 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Es una de nuestras contribuciones a la Agenda 2030, pero no la única.

En la búsqueda de soluciones energéticas más eficientes, incluimos acciones concretas como las siguientes: acelerar la transición del diésel hacia el gas, mejorar la eficiencia energética, impulsar la hibridación con energías renovables y el almacenamiento energético y apostar por la innovación y la digitalización de la energía.

Más investigación

En nuestro Plan de Transición Energética la investigación y la formación son esenciales. En este sentido, hemos creado, en colaboración con la Universidade de Santiago de Compostela (USC) la Cátedra de Transición Energética USC-Genesal Energy, la primera de estas características que se constituye en Galicia.

El objetivo de la cátedra es impulsar la investigación, la promoción de la docencia y la difusión de conocimiento en el ámbito de la transición energética y, más concretamente, en aspectos orientados a los sistemas de energía distribuida. Desarrollar tecnologías y sistemas de redes de energía distribuida autosostenibles basados ​​en combustibles de carbono cero, analizar procesos de transición energética o el ecodiseño de sistemas de generación de energía distribuida también están en su hoja de ruta.

Las línias del plan: Sectorial y corporativa

Nuestro plan tiene dos líneas de acción principales: a nivel sectorial y a nivel corporativo.

Desde el punto de vista del sector de energía distribuida, la empresa promueve su participación en espacios donde las principales marcas nacionales e internacionales especializadas en grupos electrógenos comparten experiencias y conocimientos. Su participación en EuropGen, en Cluergal o en Viratec, el Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular, se inscriben en esta política.

A nivel corporativo, y como reflejo de su contribución al ODS 13 (Acción por el Clima), hemos conseguido la certificación de cálculo de la Huella de Carbono.

Objetivos y resultados

No obstante, el Plan de Transición Energética, va más allá de su vertiente sectorial y corporativa. Anhela mucho más: contribuir a cambiar el mundo, empezando por la propia empresa, socialmente comprometida. Entre nuestras últimas actuaciones destaca nuestro proyecto de fachada fotovoltaica en nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña; y la disminución del 16% del combustible consumido por nuestra flota de vehículos.

De esta manera, se ha pasado de 2377.75 litros de combustibles fósiles consumidos por la flota de vehículos por cada millón de euros facturado en 2019, a 2005.4 l/M€ en 2021; lo que supone una disminución del 16% de combustible consumido, y la energía más limpia, es aquella que no se consume.

Construir un futuro neutro en emisiones es un trabajo en equipo. Todos somos protagonistas del cambio y en Genesal Energy asumimos este compromiso con el planeta y con el medioambiente y por ello nos comprometemos a poner en marcha la estrategia desarrollada, en línea con el ODS 13 de las Naciones Unidas, en nuestro Plan de Transición Energética.

En resumen, el Plan de Transición Energética Genesal Energy se ha diseñado partiendo de tres ejes fundamentales y cada uno incluye unas líneas de actuación muy concretas:

Completar la transición hacia un modelo energético sostenible.

L1. Reducir el consumo de energía en las instalaciones de la empresa e incrementar el uso de las renovables mediante la instalación de un sistema de autoconsumo fotovoltaico.
L2. Disminuir la dependencia del petróleo fomentando la transición del diésel hacia el gas y aplicando una estrategia de movilidad sostenible.
L3. Aumentar la eficiencia energética en todas las áreas de la compañía gracias a la digitalización.

Disminuir la huella de carbono

Avanzar hacia la neutralidad de emisiones, para lo que es clave tener un registro de cuáles son las emisiones generadas debido al desarrollo de la actividad empresarial.

En este sentido, Genesal Energy ya tiene una parte del camino recorrido: los Alcances 1 y 2 de la Huella de Carbono se llevan calculando desde 2019. Ese cálculo se mejorará al añadir el Alcance 3, al tiempo que se sigue trabajando en estrategias de disminución y compensación de emisiones.

Transversalidad de la acción climática

L5. Colaborar a la desvinculación entre el crecimiento económico y el impacto ambiental al optimizar el aprovechamiento y la reutilización de los flujos de salida y de los residuos
L6. Luchar contra la pobreza energética. El compromiso de Genesal Energy con la transición abarca todas las dimensiones de ésta, incluida la social. Por tanto, se está estudiando un plan de donación de energía a aquellas familias en situación de vulnerabilidad.

Nueva cubierta fotovoltaica

No podemos acabar con las emisiones de CO2 de todo el planeta, pero sí hacer todo lo posible para ponerles límites en nuestras instalaciones. Hemos instalado 126 paneles fotovoltaicos en la cubierta de nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña.

La obra se incluye en la primera fase de nuestro proyecto OGGY de gestión energética, que en su segunda fase seguirá con la instalación de fachadas fotovoltaicas. Con una potencia total de 57,33kW, los 126 paneles tienen un papel importante: evitarán la emisión de más de 20 toneladas de CO2 al año.

La integración con el sistema OGGY se realiza a través de la comunicación MODBUS, fundamental para que el sistema pueda gestionar adecuadamente tanto los focos de generación como los de consumo y a través del módulo de almacenamiento por baterías alimentar toda la instalación de la forma más eficiente.

Damos las gracias a Avanza por tramitar las ayudas, por asumir la instalación de los paneles y poner en marcha el sistema. Seguimos avanzando en nuestro plan de transición energética, poco a poco y paso a paso, pero con firmeza.

Instalamos fachadas fotovoltaicas en nuestras instalaciones

En línea con nuestro compromiso con la sostenibilidad y con el logro de los objetivos marcados por la Agenda 2030, iniciamos la instalación de 2 fachadas fotovoltaicas en nuestra sede en Bergondo. Un proyecto que da impulso a la innovación con un impacto positivo directo sobre 6 de los 17 ODS.

La iniciativa forma parte de nuestro proyecto OGGY, que marca el camino hacia la autosuficiencia energética. El ambicioso proyecto consta de 93 vidrios fotovoltaicos con 8 modulaciones diferentes para adaptarse adecuadamente al diseño de las fachadas. En total, la potencia instalada será de 13.1 kWp, lo que nos permitirá generar 11000 kWh anuales. Las ventajas que presenta esta instalación son claras:

  • El proyecto supondrá un aumento de la eficiencia energética de hasta un 30 %.
  • Estas fachadas nos permitirán ser autosuficientes a nivel energético, lo que va en línea con la estela de la Unión Europea, que lleva años legislando a favor no solo de las energías renovables sino también de las instalaciones de autoconsumo.
  • Las fachadas fotovoltaicas suponen una reducción de hasta el 50 % de las necesidades de refrigeración respecto a una fachada normal, lo cual implica que la necesidad de climatización de los edificios se verá reducida.
  • La solución de integración fotovoltaica elegida es ideal a la hora de aumentar el confort de los trabajadores y visitantes del edificio, ya que filtra la radiación solar dañina sin obstruir el paso de la luz natural.
  • Esta instalación nos permitirá reducir nuestras emisiones de GEI y, consecuentemente, nuestra Huella de Carbono Corporativa.

Implantamos el sistema de gestión energética OGGY

Ponemos en marcha OGGY (Off Grid Genesal energY), nuestro propio sistema de gestión energética que, trabajando en conjunto con otros elementos en desarrollo, nos abre la puerta a ser autosuficientes energéticamente.

OGGY es un sistema de gestión energética que, a través de un algoritmo de control, nos permite acumular la energía de diferentes elementos focos generadores en diversos sistemas de almacenamiento para su posterior uso, abriendo la posibilidad incluso de independizarnos del suministro de red. También monitoriza en tiempo real tanto la producción como la demanda energética de la propia fábrica, oficinas, climatización y cargadores de vehículos eléctricos entre otros, para ajustar el mix energético a lo óptimo en cada momento.

El núcleo y parte más importante del sistema es el algoritmo de gestión energética (EMS), que permite controlar tanto los focos de generación de energía como los focos consumidores para conseguir el mayor aprovechamiento energético a través de la acumulación en cada momento. El algoritmo de control del sistema analiza continuamente el estado de la generación, del almacenamiento, los consumos y la previsión de las pruebas de equipos en fábrica para determinar en cada momento el perfil de trabajo del sistema.

Nuestros focos de producción energética son:

  • El banco de pruebas donde testamos todos y cada uno de los grupos electrógenos que fabricamos.
  • Instalación de placas solares en la cubierta de la nave B27, con 126 paneles para un total de 57 kW.
  • Instalación de vidrios fotovoltaicos en la fachada de las naves B28 y B27, con 93 vidrios para un total de 13.1 kW.
  • La red como back up en caso de fallo del sistema.

Los sistemas de almacenamiento son:

  • Rack de baterías de Ion Litio (1ª fase) con una potencia total de 92 kWh a través de 14 módulos.
  • Generación de hidrógeno verde para almacenamiento (2ª fase)

Los consumidores en este caso son:

  • Nuestras propias instalaciones en la nave B28 y B27.